"Tarde piaste pollito", dicen que le dijo Mauricio Macri a Elisa Carrió cuando ésta le adelantó que iba a presentar un proyecto de ley para evitar que, en el futuro, el Poder Ejecutivo pueda nombrar jueces en la Corte Suprema por decreto y en comisión.

La aliada del macrismo fue una de las innumerables dirigentes del espacio político –oficialista y opositor– que se mostraron indignados con el decreto por medio del cual el PEN designó "en comisión" a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en el máximo tribunal.

Sin embargo, se trata de un gesto meramente simbólico el que Carrió le anticipó a Macri el viernes pasado en Olivos, ya que el Congreso se encuentra en receso hasta marzo y sólo puede ser convocado a sesiones extraordinarias en enero o febrero por el propio Macri, que no ha mostrado intención alguna de ejercer esa potestad.

Como se sabe, tras las críticas unánimes (a excepción de algunos dirigentes encumbrados de la UCR) que recibió el polémico decreto, Macri se reunió con el titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, y ambos acordaron que Rosatti y Rosenkrantz asumirían luego de la feria judicial.