El ex magistrado consideró que la red de espionaje montada por el macrismo es una clara violación a los derechos humanos y hizo una diferenciación entre las investigaciones a los opositores y a los propios.

Rozansky consideró que el espiar a "los propios" se debe al comportamiento mafioso y aclaró que "ninguna persona que fue cómplice del régimen macrista queda reivindicada por haber sido espiada".

Además Rozansky denunció la complicidad del Poder Judicial para poder llevar adelante la operatoria del espinaje ilegal.