Pablo Duggan estaba diciendo que Antonio Aracre era uno de los pocos economistas que apoyaba la gestión de Milei a pesar de no estar ensobrado y el hombre lo sintió como una acusación y respondió violentamente.

Obviamente como toda persona con pocos recursos discursivos eligió la agresión como método de defensa y para desmarcarse preguntó si todos los que hablaban bien del kirchnerismo estaban pagados.

Carla Czudnowsky no se bancó la agresión gratuita y respondió con una pregunta simple: “¿Por qué no te dejás de romper las bolas?” y como si eso no fuera suficiente le espetó: “¿Sos tarado o te hacés?”