En otra polémica decisión del Gobierno, impulsada en este caso por el Ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich, a partir de ahora se comprarán menos libros para las escuelas públicas. De esta manera, el ajuste llegó también a los colegios.

De esta manera, a diferencia de lo que ocurrió en 2015, no habrá una licitación para comprar literatura infantil y juvenil, un material complementario que en años anteriores fue a las escuelas, según revela el diario Clarín.

Tampoco hubo una convocatoria para comprar libros de texto en el nivel secundario, algo que había ocurrido el año pasado por primera vez. Como consecuencia de esta política, podría entrar en crisis este sector de la industria editorial.

Al respecto, el secretario de Gestión Educativa, Max Gulmanelli justificó esta polémica medida al indicar: "Visitando establecimientos de todo el país, notamos que se han repartido muchos libros, pero se ha leído poco de ese material”.

El año pasado la cartera educativa compró 3.350.000 libros de texto para repartir en las escuelas primarias, según un informe de la consultora PROMAGE, que desarrolla el Observatorio de la Industria Editorial.

Así, a partir de esta decisión del actual Gobierno, el 2016 cerrará con la menor compra de libros para repartir en escuelas de los últimos cinco años.

Del mismo modo, en el 2015, sumando distintos niveles y las colecciones de literatura, Educación hizo una adquisición fuerte, llegando 8,3 millones de ejemplares, lo que representó un estímulo a la industria editorial.