La líder del bloque massista Graciela Camaño reclamó contra la actitud de evitar la discusión parlamentaria, en una cruzada personal con la que consiguió que el presidente de la cámara se comprometiera a mantener el quórum hasta el final de la sesión.

Con un encendido discurso reflejó cómo la oposición sufre las maniobras del oficialismo para impedir constantemente el debate de diversos temas: "¡No hacemos un carajo!", se quejó del accionar parlamentario frente a la situación que cada vez empuja a más argentinos a la pobreza. El bloque oficialista había presentado una moción de orden para desarticular la sesión.

La estrategia de Camaño fue la de presionar de manera personal a Monzó -lo acusó de ser "lacayo del Poder Ejecutivo"- para que el bloque macrista concediera su presencia y quórum hasta el final de la sesión convocada para tratar temas urgentes, como la exención del pago del impuesto a las Ganancias para jubilados -en línea con el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia- la declaración de la emergencia alimentaria y de la emergencia tarifaria.

“Lamento presenciar la manera en la que su palabra se ha devaluado; lo lamento firmemente porque lo consideraba un dirigente político de valía… Y lo que está pasando hoy acá es que indudablemente tienen más peso Balcarce 50 y el señor (Marcos) Peña que quien nos representa ahí. Lo lamento por usted en lo personal, pero por la democracia fundamentalmente”, lanzó durante su cuestión de privilegio, para después bajar el tono y agradecerle el compromiso a "Emilio".