Ángelo Calcaterra, el empresario de la construcción y primo del presidente Mauricio Macri, es uno de los más beneficiados en materia de obra pública desde el Pro. En 2007 adquirió a Franco Macri las valiosas IECSA y Creaurban, gracias a su sociedad con la italiana Ghella S.p.A., para formar un holding que agrupa negocios de constructoras, inmobiliarias, servicios financieros y de concesiones.

Se trata, como informáramos, del principal beneficiario de la megaobra correspondiente al soterramiento del ferrocarril Sarmiento: por medio de un decreto del Ejecutivo, el Gobierno Nacional le pagará 45 mil millones a Calcaterra.

En una clara muestra del desprecio por los trabajadores de su propia empresa, el primo de Macri se quedó con casi nueve millones de pesos, retenidos de las cuentas de sus empleados para el obligatorio pago al fisco, según la ley laboral. 

Se trata de 8.653.861 pesos que se correspondían con el pago de los aportes previsionales durante los meses de diciembre 2015 y marzo del 2016, según pudo reportar la Unidad Fiscal de Investigaciones de delitos relativos a la seguridad social (UFISES), encabezada por el fiscal Gabriel De Vedia.

Pero el dato que genera bronca es que IECSA adquirió entre diciembre y enero de 2016 -es decir, dentro del período que debía realizar los aportes- la tremenda cantidad de nueva vehículos de alta gama: lo que se desprende es que no fue un apuro económico lo que no le permitió cumplir con sus deberes de empleador, sino que prefirió utilizar los fondos en dichos bienes.

En enero, Macri anunció la construcción de un gasoducto en Córdoba, para mejorar la distribución en la provincia. Calcaterra se hizo con la licitación a través de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) donde IECSA está a la cabeza.