Para Roberto Cachanosky que el Gobierno proponga un reforma judicial que debe aprobar el Congreso lo convierte en un símil del nazismo, la unión soviética o el franquismo.

Si bien esos cucos con los que se pretende asustar al electorado no surten tanto efecto y la oposición prefirió mostrar candidatos más moderados para las elecciones, en los canales del periodismo hegemónico siguen llevando invitados que respondan a ese tipo de lineamientos llevando el límite cada vez más lejos.

Por eso se puede ver que salvo una tímida interrupción del conductor Diego Sehinkman, el resto de los panelistas avaló con su silencio las palabras de Cachanosky.