El paralelismo planteado por Diego Brancatelli era claro. Ambos expresidentes son millonarios y gobernaron pensando en los ricos de su país lo que les costó la reelección.

Pero parece que a Deborah Plager no le gustó que tocaran a su jefe y lo compararan con Trump y saltó a decir que le veía más similitudes con Cristina que con Macri.

Aunque cuando lo estaba diciendo se dio cuenta de que era una pavada y reconoció que los puntos de contacto que podía encontrar eran superficiales y banales.