En la mesa que dirigía Luis Majul en el canal de La Nación se hablaba de temas diversos sin ningún tipo de orden ni criterio, más allá de criticar al Gobierno y, por extensión, a todo lo que oliera a peronismo.

Sergio Berni estaba allí dispuesto a defenderse de cada estocada y a devolver golpe por golpe, demostrando su capacidad de manejarse ante las cámaras.

Y lo hizo con tanta habilidad que fue capaz de reírse de Fernando Iglesias en su cara y tentar al propio conductor del programa.