La idea es embarrar la causa, intentar recusar al juez, apelar decisiones y hacer todo lo posible para que la causa pase a la Cámara de Casación y que ellos decidan enviar la causa a Comodoro Py, donde están los jueces que iban a jugar al paddle con el expresidente y otros con los que conserva una buena relación.

Es decir que Macri no se está arriesgando a ser llevado a declarar por la fuerza pública ni exponiéndose a no estar a derecho por un capricho sino que hay toda una planificación armada detrás en búsqueda de la impunidad.