A pesar de no existir denuncia alguna, la candidata de Cambiemos, Graciela Ocaña, sigue insistiendo en que el plan Qunita estuvo mal implementado y que los materiales eran peligrosos para los chicos. 

Proyectos similares en otros países la contradicen pero mientras tanto el gobierno gasta miles de pesos para tener las Qunitas arrumbadas en un galpón en lugar de dárselas a la gente que las necesita.