La situación se repite en todos los niveles gobernados por el macrismo: nacional, provincial y municipal. Trabajadores de organismos y dependencias públicas están siendo obligados a hacer campaña para Juntos por el Cambio y a fiscalizar en las elecciones.

No se trata de un hecho aislado, según datos recabados por el periodista Juan Amorín sobre la base de numerosísimas denuncias efectuadas por los propios damnificados: bajo amenaza de despido o sanciones, los empleados públicos deben ‘militar’ para el macrismo.

Empleados públicos de todo el país son utilizados por el macrismo para realizar actividades durante la campaña: volantear, formar parte del call center electoral, fiscalizar el día de la elección, hasta participar de los actos como militantes a cambio del almuerzo y de días de vacaciones extra, dice Amorín. En el mejor de los casos...

En el peor, se trata de situaciones que involucran a trabajadores contratados precariamente, prescindibles y fáciles de despedir por su condición de monotributistas, agrega el periodista.

Chats de Whatsapp, correos electrónicos, etc., dan cuenta de una extorsión que se reitera en oficinas dependientes de Nación, de la Ciudad de Buenos Aires, de Provincia y hasta en Municipios gobernados por Cambiemos.

Los afectados crearon una página web donde reciben y suman cotidianamente denuncias: Tu Campaña No Es Mi Trabajo, donde recaban testimonios de víctimas de la desesperación macrista ante una derrota electoral inminente.