Rolando Graña se entusiasmó cuando Javier Calvo se metió de lleno en la interna del PRO y las peleas entre dos de sus principales figuras: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.

Desandando el camino, Calvo llegó al origen de la nueva refriega y puso el foco sobre la actuación de Emilio Monzó, un operador todoterreno que estaba en las huestes del Jefe de Gobierno de la Ciudad y se pasó de bando para formar parte del armado de la exministra de Seguridad.