La denuncia de Patricia Bullrich de un supuesto pedido de coima del gobierno argentino a la empresa Pfizer para proveerse de vacunas, tuvo un efecto de boomerang para Juntos por el Cambio. 

Si bien algunos exfuncionarios del gobierno macrista la respaldaron, la mayoría se despegó de sus palabras y en voz baja consideran que esa estrategia es pegarse un tiro en el pie en medio de la campaña electoral al banalizar las denuncias contra el el Gobierno.

Consultado por Tomás Méndez en C5N, Alberto Fernández no dudó en calificarla por su brutalidad a la hora de realizar acciones que impactan en la política.