Aníbal Fernández ha hecho de la lealtad una bandera, así ha reivindicado su vínculo con Néstor y Cristina Kirchner, pero también su relación con Eduardo Duhalde y Alberto Fernández, a pesar de las diferencias ideológicas existentes entre ellos.

Para Aníbal lo importante es no abandonar a un presidente peronista, entendiendo que deben resistir los embates de todo el arco de los factores de poder.

De esa forma marcó sus diferencias con Máximo Kirchner, quien dejó la jefatura del bloque de diputados como una muestra de descontento hacia las políticas implementadas por el Gobierno, y aseguró taxativamente su apoyo incondicional al mandatario.