La División Jurídico Contable de la Policía Federal efectuó una serie de allanamientos en la casa de la madre de Alberto Nisman, Sara Garfunkel; en la de la hermana, Sandra Nisman, y en dos sedes porteñas del banco Merrill Lynch, como parte de la investigación sobre la cuenta que el fiscal tenía en Estados Unidos y que nunca declaró.

Los procedimientos fueron ordenados por el juez Rodolfo Canicoba Corral, por pedido del fiscal Juan Pedro Zoni. En tanto, el que se había dispuesto en la casa del informático Diego Lagomarsino se suspendió porque estaba mal la dirección en la orden judicial.

Según informa el diario Página 12, el expediente apunta a establecer presuntas maniobras de lavado de dinero. En ese sentido, el matutino señala que tanto Garfunkel, como su hija y Lagomarsino son cotitulares de la cuenta y en el pedido de allanamiento el fiscal Zoni precisó una imputación por posible lavado de dinero.

Los domicilios revisados por el personal policial figuraban en la documentación sobre la cuenta que entregó a la fiscal Viviana Fein el informático, dueño del arma de la que salió el disparo que causó la muerte de Nisman.

Canicoba Corral había ordenado también incautar toda la información útil que hubiera en las oficinas de Merrill Lynch Sociedad de Bolsa, Merrill Lynch Argentina y Bank of America. Ayer fueron revisadas dos dependencias en la zona de Puerto Madero, pero todo lo que se halló en las computadoras es información referida a personas de existencia ideal, no personas físicas. El allanamiento en la casa de Lagomarsino, en Martínez, se suspendió por un error burocrático en el domicilio.

La revelación sobre la cuenta en Estados Unidos fue de Sandra Arroyo Salgado, en una declaración ante la fiscal Fein en la que contó que se lo había dicho su ex cuñada después de que el fiscal apareció sin vida. Según la versión de Sandra Nisman, que también brindó ante Fein, su hermano le había dejado un número de teléfono al que debían llamar en caso de que le pasara algo, con la aclaración de que lo que había allí era para sus hijas.

La mujer relató que llamó tras el fallecimiento y dio con una sede de Merrill Lynch, le pidieron el usuario y la clave, pero no los sabía. Entonces le explicaron que quizá la tuviera Lagomarsino, que también figuraba.

El juzgado analiza otras posibles medidas y firmó la semana pasada exhortos para que Estados Unidos y Uruguay mandaran toda la información posible sobre cuentas, propiedades y movimientos patrimoniales de la madre y la hermana de Nisman y de Lagomarsino. Son trámites que suelen demorar semanas o meses.

Cuando declaró en la fiscalía Sandra Nisman dijo que no sabía nada de la cuenta, ni cuánta plata tenía ni sus movimientos. Sólo que había firmado unos papeles para su hermano, quien le dio un número de teléfono por cualquier cosa, que fue donde llamó desde un locutorio que no recuerda cuál es, y así fue que se topó con el dato de que compartía cuenta con Lagomarsino. Sara dijo que ni siquiera sabía qué eran los papeles que había firmado, aunque imaginaba que podía ser una cuenta o un seguro.