Rodeado de gente, a los gritos, a poca distancia y tratando de hacerse el gracioso, cosa que hace rato no consigue, Alfredo Casero comenzó formalmente con su carrera política, aunque dejó un espectáculo bastante patético.

Con algo de suerte ninguno de los pocos que se reunieron a su alrededor se contagie pero lo cierto es que su discurso se basó en decir que no creía en ningún político, en arengar a que la gente salga a la calle y en insultar de una manera infantil, que tal vez al otrora creador de Cha cha cha le pareció graciosa pero que desde la vereda de enfrente se vio realmente patética. Sobre todo si se tiene en cuenta que estaba protestando contra que los diputados sesionen.

Es su primera experiencia fuera de las redes, tal vez tenga que afinar su discurso, tener alguna propuesta, armar formalmente un partido político para lo que necesitará el apoyo de gente real, de carne y hueso y ahi presentarse a elecciones.