Las aerolíneas pasan un pésimo momento a nivel mundial debido a la casi paralización de los vuelos por la pandemia. 

La aerolína alemana Lufthansa atraviesa un pésimo momento a tal punto que si el Estado no realiza un salvataje de diez mil millones de euros irá a la quiebra. En efecto, eso es lo que hará el gobierno Alemán.

Al igual que hizo el gobierno de Cristina Kirchner con la estatización de Aerolíneas Argentinas en 2008, Alemania lanzó un "paquete de estabilización" que está siendo discutido con el Fondo de Estabilización Económica Federal

El Estado buscará "obtener un puesto en el consejo de supervisión" del grupo. "Una participación silenciosa y un crédito garantizado" también se discuten, precisa Lufthansa, que actualmente pierde un millón de euros por hora, ya que el coronavirus ha detenido prácticamente la totalidad de sus operaciones de pasajeros, indica una nota de Ámbito Financiero.

Asimismo, por lo pronto la dirección de Lufthansa se muestra reticente a ser administrada por los estado donde opera. "Necesitamos ayuda pública, pero no una dirección nacionalizada", reiteró esta semana el jefe de Lufthansa, Carsten Spohr, durante la asamblea general de accionistas.

La aerolínea alemana tiene prácticamente toda su flota de 760 aviones en tierra, y sólo 15 vuelos de larga distancia semanales parten desde Fráncfort a Chicago, Newark, San Pablo, Bangkok y Tokio.

A ello se suman 36 vuelos diarios que despegan de Francfort a destinos europeos y a partir del 4 de mayo además agregará otra seis conexiones diarias desde Múnich a ciudades alemanas.

En tanto, la subsidiaria Swiss mantiene tres vuelos semanales a Newark, mientras que Eurowings sostiene los servicios básicos en los aeropuertos de Düsseldorf, Hamburgo, Stuttgart y Colonia.