Alberto Fernández fue claro y contundente com osuele serlo. Al reconocer que él había cuestionado a Cristina terminó poniendo blanco sobre negro al hablar de una posible candidatura y dejó en claro que no se puede prescindir de la figura que aglutina "el 80% del voto opositor".

Además el ex jefe de gabinete opinó que hay que dejar de discutir el pasado para enfocarse en el presente.