Cuando Gustavo Sylvestre se comunicó con Alberto Fernández lo primero que le preguntó es por su salud, después de la información que llegó a la Argentina de que había tenido que internarse por un sangrado en el estomago que le bajó la presión.

El Presidente agradeció la preocupación y los llamados recibidos -entre ellos el de la Vicepresidenta Cristina Kirchner- y aclaró que se trató de una combinación de stress y nervios, y que continuará con los estudios a su regreso al país.