El fiscal Diego Luciani se empecinó en preguntar lo mismo con distintas palabras una y otra vez, como si pudiera con eso encontrar la prueba contra Cristina Kircher que, en efecto, no existe.

El presidente Alberto Fernández negó la existencia de "arbitrariedades" en la distribución de obra pública nacional y sostuvo que le llama "mucho la atención" lo que se debate en el juicio oral por presuntas irregularidades en la provincia de Santa Cruz.

Alberto declaró como testigo y respondió preguntas durante casi tres horas. El jefe de Estado denunció que se está juzgando a la actual vicepresidenta por "decisiones políticas no judiciables" y explicó de diferentes modos que el criterio de un gobierno para distribuir la obra pública es político y por ende dinámico, en función de las necesidades que se presenten.

Fernández declaró ante el Tribunal Oral Federal 2, en los Tribunales Federales de Comodoro Py. Destacó que el expresidente Néstor Kirchner "siempre fue muy cuidadoso con las cuentas públicas" y remarcó que "tenía casi una obsesión con eso, que tuvo primero como gobernador y luego como Presidente".

Cuando le preguntaron por primera vez cuál era el criterio para distribuir obra pública, el Presidente dijo que “son criterios discrecionales que tienen que ver con las necesidades que en cada jurisdicción se enfrentan. Eso no tiene una regla. Los criterios son criterios de lo que uno entiende que lo que en ese momento está necesitando el país”.

Y agregó: “No hay un criterio único para distribuir la obra pública. Es política y la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante”.

Consultado sobre el empresario Lázaro Báez, dijo que lo vio una sola vez en su vida.