Se cansaron de repetir que los argentinos se van del país, de poner ejemplos en los medios de la joven que dejó su trabajo para ser trabajadora de una aplicación de reparto en bicicleta y ganar en euros. Lo cierto, es que los que se fueron son muchos menos de lo que se da a entender. 

De acuerdo con los registros administrativos de la AFIP, los cambios de residencia fiscal de contribuyentes argentinos "no manifiestan una conducta generalizada" y se limitan a 1.845 personas humanas que solicitaron la baja de impuestos por ese motivo, entre 2020 y el primer semestre de 2021.

Los datos del organismo contrastan con las afirmaciones de distintos sectores sobre la presunta existencia de un incremento sustancial en materia de cambios de residencia fiscal.

Desde el organismo recaudador se indicó que 1.500 personas tramitaron la baja de impuestos durante el año pasado y 345 lo hicieron en el primer semestre de este año.

Fuentes de la Administración Federal explicaron que se "monitorea en forma permanente el cumplimiento de las condiciones estipuladas en la ley para el cambio de residencia fiscal, con el objetivo de evitar maniobras elusivas".

En el caso concreto del cambio de residencia a Uruguay, se informó que alcanzó a 115 contribuyentes durante este año, lo cual representó el 33% de las modificaciones en ese sentido que se registraron este año.

"A través de distintas herramientas de fiscalización el organismo evalúa que quienes tramitaron el cambio de residencia cumplan con la normativa vigente", expresaron funcionarios de la AFIP.

Por ejemplo, la ley de Impuesto a las Ganancias prevé que las personas humanas perderán la condición de residentes en la Argentina cuando adquieran la condición de residentes permanentes en otro país.

Además, la legislación contempla los individuos permanezcan en forma permanente en el exterior durante un período de doce meses.

De esa forma, la normativa vigente establece que para perder la residencia fiscal las y los contribuyentes deben realizar una mudanza internacional -familia incluida- sin intenciones de regresar al país.

Por otra parte, añadieron los voceros, aún cuando el o la contribuyente estuviera dispuesto a "realizar tal esfuerzo afectivo y de desarraigo", es importante recordar que se continuará tributando en la Argentina por las ganancias y bienes que se posean en el país.

La AFIP tiene la potestad de inferir que los contribuyentes mantienen en la Argentina su centro de intereses vitales (el lugar donde se desarrolla la actividad comercial, social, etc.), incluso en los casos de verificarse que los hijos menores se educan en escuelas locales.