Hoy vence el congelamiento en la dieta de los senadores y a menos que suceda algo inesperado, los legisladores comenzarán a ganar la pornográfica suma de 9 millones de pesos en un Gobierno que se suponía venía contra la casta y aseguraba que el ajuste lo iba a pagar la política.

Pero para el vocero presidencial, Manuel Adorni, "a la gente no le molestan los 9 millones que gana un senador. Además de esa distancia (con el sueldo de un trabajador), me parece que lo que la gente aborrece que uno te levante la manito de costado para aprobarse un aumento, o que sean tirapiedras legislativos, que se sienta a rechazarte todo".

Pero más allá de la realidad paralela en la que vive Adorni y gran parte del Gobierno, lo cierto es que es una vergüenza que los legisladores ganen fortunas mientras médicos, docentes, policías y jubilados ganen miserias y no lleguen a fin de mes. 

Pero además, lo cierto es que la gente no votó a sus representantes para que apoyen todas las locuras que propone el Gobierno sino justamente para lo contrario. 

Párrafo aparte merece el hecho de que el vocero presidencial considere que es el vocero del pueblo y se arrogue la facultad de decir lo que piensa “la gente”.