Mediante un comunicado, la UIA había cuestionado los acuerdos con China porque, según indicaba, estaba la "posibilidad de adjudicación directa de proyectos de infraestructura con horizonte a cinco años, a cambio de financiamiento de origen chino", lo que "excluiría de forma manifiesta la provisión local de bienes y servicios argentinos".

Sin embargo, el ministro de Planificación Federal aseguró desde China que “ningún acuerdo prevé una participación de empresas nacionales menor al 50 por ciento”, por lo que se dará un “fuerte impulso en diversos sectores industriales y transferencia de tecnología”.

Julio De Vido sostuvo que “el informe de la UIA es completamente equivocado" porque los acuerdos entre ambas naciones "son muy beneficiosos para nuestro país al incluir el financiamiento del 100 por ciento de importantes obras de infraestructura con una fuerte participación de empresas nacionales, como socias de los proyectos con al menos un 50 por ciento”.

Además señaló que los acuerdos suscriptos en julio pasado por Cristina Fernández de Kirchner y su par chino, Xi Jinping, marcan una alianza que "será un motor fenomenal para el fortalecimiento de la cooperación y hará posibles numerosas e impensables iniciativas que darán un gran impulso a la industria argentina".

Por último, el funcionario se mostró "sorprendido" de que la UIA "ignore" que en importantes obras o desarrollos que llevó adelante el gobierno desde el 2003 se procuró la participación de la industria nacional, como en la Televisión Digital Abierta, con la fabricación de transmisores y receptores; en la mencionada Atucha II, en la recientemente inaugurada central térmica Vuelta de Obligado, en el tendido de líneas de alta tensión o en obras en marcha como el Gasoducto del Noroeste.