Después de participar de la misa, Victoria Villarruel se retiró acompañada por la custodia de Casa Militar, entre silbidos, abucheos y hasta insultos. "A donde vayas los iremos a buscar", cantaron, en relación a su cercanía con represores.

La titular del Senado había llegado junto a su custodia, sin mayores inconvenientes; y dentro de la iglesia hasta fue saludada por el candidato a legislador porteño, Leandro Santoro.

"Vengo acompañar a los católicos y a los argentinos, en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro Santo Padre", había manifestado Villarruel al ingresar a la basílica. Consultada sobre iba a viajar al Vaticano, señaló: "Quiero hablar de lo que fue el papa Francisco. Todo lo demás lo hablamos en otro momento".

Pero tal vez la frutilla del postre fue el comentario de la cronista de TN quien, después de contar que Leandro Santoro también estaba en la basílica aseguró que “con Santoro no hicieron lo mismo” sin tener en cuenta que el candidato a legislador porteño se diferencia de Villarruel por no justificar la dictadura ni a los apropiadores de bebés. La reacción de la gente no es la misma porque los destinatarios no son iguales.