El misoprostol tiene un potencial enorme como medicamento clave en caso de interrupción de embarazos. Pese a que los senadores y la Iglesia prefieren que las mujeres mueran con perejil, lo cierto es que la ciencia ha logrado avances significativos que hacen que el derecho a decidir sea además una posibilidad segura. 

Lamentablemente, en la actualidad en el país el medicamento solo lo produce el laboratorio privado Beta. Al tener el monopolio de su comercialización, actualmente el precio de venta ronda los 4.000 pesos de promedio. Pero eso dejará de ser así pronto. Santa Fe y Río Negro van a producirlo. 

La gerenta de la Productora Farmacéutica Rionegrina Sociedad del Estado (Profarse), Marne Livigni, precisó que la decisión se tomó después de recibir un pedido de concejales de Viedma en el marco del debate nacional del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

La droga abastecerá al sistema de salud público provincial a partir del año que viene. Allí los médicos podrán prescribirlo con receta archivada y las pacientes lo adquirirán dentro de las farmacias de los hospitales, o sea, no se destinará al sector privado, informó InfoNews. 

Según informa el diario Río Negro, el desarrollo de este medicamento se realizará dentro del convenio que ese laboratorio mantiene con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Por otro lado, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó al laboratorio Domínguez S.A. a producir comprimidos de misoprostol para uso ginecológico y de venta exclusiva a hospitales.