Hasta Reynaldo Sietecase cayó en la cuenta que la dureza de Horacio Rodríguez Larreta responde más a una cuestión política para adentro del partido que a la intención de resolver el conflicto.

Claramente las autoridades de la Ciudad no escuchan cuáles son los reclamos de los chicos y hasta amenaza a sus padres por lo que es más probable que el tema de las tomas se profundice.

Esta situación podría ser aprovechada por la autoridades para dejar una enseñanza pero prefieren confrontar en lugar de que el conflicto genere una enseñanza.