Argentina, Venezuela y Brasil fueron los principales opositores en aquella cumbre a la propuesta llevada por el entonces presidente estadounidense George Bush. Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Lula Da Silva se constituyeron en las figuras más destacadas de la cumbre oficial al oponerse al intento de Estados Unidos.

En paralelo se desarrolló la llamada “Cumbre de los pueblos” que contó con la participación de Chávez, Evo Morales (que todavía no era presidente de Bolivia), Diego Maradona, Adolfo Pérez Esquivel y otras renombradas figuras de distintos movimientos sociales, políticos y de derechos humanos. Hasta Manu Chao estuvo, traído al país por el Grupo Bristol, un colectivo de corte anarquista.

Los militantes llegaron en tren a La Felíz y durante un par de días, participaron de una fiesta latinoamericana inigualable. Allí, Hugo Chávez dio un discurso donde pronunció la frase que pasaría a la historia: “Alca, Alca, al carajo”.

La Cumbre de Mar del Plata frenó el proyecto neoliberal y dio cuenta del avance de los pueblos latinoamericanos.