La UCA desmiente a los relatos tergiversadores de los funcionarios macristas y del propio presidente, quienes quieren instalar un clima de bonanza. Pero desde la entidad informaron que dos de cada tres menores hoy viven bajo la línea de pobreza. 

Esto marca que hay 8,2 millones de menores pobres en la Argentina, que  viven en hogares con carencias estructurales. Y parece que esta cifra, lejos de disminuir, se incrementó desde la llegada de Macri al poder. 

Hace apenas más de un año -con mayor precisión, el 28 de marzo pasado- el Presidente de la Nación anunciaba, con datos del Indec, que la pobreza se redujo al 25,7% y la indigencia al 4,8%. Sin embargo, para la UCA la pobreza infantil aumentó al 62,5% al 2017, cifra que para el 2016 era de 60,4%. Es decir, hay 260.000 nuevos chicos pobres.

La situación más crítica se verifica en el conurbano bonaerense, donde la pobreza infantil asciende al 75,3%, o sea, tres de cada cuatro chicos del Gran Buenos Aires vive en hogares con carencias estructurales.

Según la UCA, en el tercer trimestre de 2017, uno de cada diez menores vivió en un hogar vulnerable en materia de acceso a alimentos y un 10,4% pasa hambre en el país. En tanto, el 24,7% carece de acceso al agua de red, mientras que el déficit de saneamiento golpea al 40% de la población infantil.