Anabel Fernández Sagasti la clavó al ángulo con su disertación durante el tratamiento del proyecto de Ficha Limpia, que finalmente fue rechazado por el Senado Nacional. 

Antes de que el proyecto que buscaba proscribir a Cristina fuera desestimado por el cuerpo, Sagasti generó polémica (y pánico, seguramente) por la iniciativa que quiere impulsar de “Nariz Limpia”.

Ya que la Cámara estaba debatiendo sobre transparencia, la legisladora impulsó este proyecto para que se realice un examen toxicológico a todos los candidatos luego de oficializada su candidatura.

Claro que indirectamente sirve como un mensaje para Javier Milei, a quien se habría visto bajo efectos de algún supuesto narcótico en varias entrevistas incluso antes de haber sido elegido como presidente de los argentinos. Aunque nunca decidió someterse a ningún examen, tal y como pedía la oposición para verificar su lucidez.

Por eso Fernández Sagasti aseguró: “Si queremos personas íntegras y lúcidas conduciendo los destinos de la patria arranquemos. No seamos hipócritas y selectivos con los delitos”.

Y es que, como estaba la ley, el diputado libertario Germán Kiczka, condenado por pedofilia, no tendría problema para ser candidato.

X de Joel