Argentina duele. Un país de realidades sociales heterogéneas y extremas, que con la gestión de Mauricio Macri parece profundizarse. 

Según el informe del Observatorio de la Deuda Social, de la UCA,  el 39,7% de los menores de hasta 14 años son pobres en ingresos y que el 4,8% son indigentes.

Según cifras que consignó el diario La Nación en su edición de este lunes, además el 62,5% de los menores de hasta 17 años tiene alguno de sus derechos vulnerados, de esta manera es el nivel más alto desde 2013.

Las privaciones, dice el mismo diario, se manifiestan de manera diferente en cada uno de los rincones del país. En el caso de Patagonia, por ejemplo, están vinculadas al frío y al aislamiento. Por su parte, en Cuyo, notan en el aislamiento de los pueblos que están en riesgo de desaparecer y en la ruptura de las economías locales. En el Impenetrable Chaqueño, lo que más falta es la comida y el agua.

El especialista de Unicef, Sebastián Waisgrais, dijo que "hace años sostenemos que la pobreza infantil es una deuda pendiente: es hora de pasar a la acción. Y para eso necesitamos dimensionar el problema y visibilizarlo. Analizar las privaciones que sufren los chicos, conocer los lugares en los que viven, sus sueños y sus proyectos, es corporizar la desigualdad y traducir las estadísticas en los nombres propios".