Previo a ingresar a su despacho en Casa Rosada, Aníbal Fernández aclaró este jueves que en esas declaraciones "no" habló "de las acciones privadas" del fallecido fiscal Alberto Nisman "sino de las que tienen relevancia penal".

En ese sentido, se refirió a "la malversación de caudales públicos por contratar ñoquis" o "el cohecho por sacarle el sueldo a alguien", en referencia a la denuncia formulada por el técnico informático Diego Lagomarsino, quien asegura que Nisman se quedaba con la mitad de su sueldo.

El funcionario también recordó que al Poder Ejecutivo no le corresponde controlar el destino de los fondos asignados a la Unidad Fiscal AMIA, ya que depende de la Procuración General de la Nación, que "es un extrapoder desde 1994", y desde entonces "los fiscales no dependen del Poder Ejecutivo".