Sobre la base de un 'estudio' realizado por la multinacional KPMG International, que provee servicios de auditoría y asesoría a grandes empresas, instituciones y organismos gubernamentales, el gobierno nacional planea deshacerse de millares de empleados públicos.

Ese 'estudio' indica que el 7 por ciento de los empleados del Estado son "ñoquis" que cobran como promedio unos 8.000 pesos mensuales; es decir, empleados de baja categoría.

Según el diario La Nación, para llegar a este porcentaje "la firma entrecruzó datos y puso en marcha un 0800-ñoquis", y con estos 'datos estadísticos' en la mano el macrismo pretende impulsar una 'tercera reforma del Estado'.

Como se sabe, mediante las llamadas primera y segunda reformas del Estado (leyes 23.696 y 24629) el menemismo llevó adelante el proceso de privatización de empresas públicas y, consecuentemente, el despido (mediante diferentes mecanismos) de millares de empleados estatales.

¿Las excusas que sostuvieron Menem y su gabinete en aquellos terribles años 90? Que las empresas eran "improductivas y deficitarias", y que los empleados eran "ñoquis". Es decir, idéntica base argumentativa que ahora pretende enarbolar el macrismo.

Si se tiene en cuenta que en la Argentina habría unos 3,5 millones de empleados públicos en todos los niveles, la 'reforma' que planea el gobierno de Macri podría dejar sin empleo a unas 250 mil personas.

Como en aquellos años de devastación, medios como Clarín y La Nación agitan ampliamente el fantasma "ñoqui" para convencer a la denominada opinión pública de la necesidad de este nuevo ajuste... Deja vu.