Para evitar hundirse, el Gobierno suelta lastre…

La movilización del 21F fue multitudinaria y a pesar de los límites del discurso de Hugo Moyano (no hizo mención al ajuste, a los despidos, a las paritarias con techo, etc.), fue signo de un claro movimiento opositor del los trabajadores a las políticas macristas.

La imagen presidencial no deja de desplomarse fruto de los interminables tarifazos impulsados por el Gobierno, de los despidos masivos en la administración pública, de los desaguisados oficiales en paraísos fiscales, de la falta de respuesta oficial ante reclamos sociales.

El endeudamiento todavía no llegó a su pico, según anunció el ministro Nicolás Dujovne; la inflación no cesa, el consumo no repunta y múltiples signos económicos dan cuenta de que no se vislumbra un final para el impasse económico.

En definitiva, pocos meses después de que el macrismo ratificara electoralmente su gestión para desatar inmediatamente una vorágine ajustadora pocas veces vista, el apoyo popular que recibió –de los trabajadores y las clases medias– parece derrumbarse.

A ello responde esta iniciativa que toma estado público este viernes y se tornó en títulos de diarios y portales: el Gobierno da luz verde al Congreso para el debate por la legalización del aborto; algo que, vale advertir, los gobiernos anteriores habían bloqueado sistemáticamente.

Es en aquel contexto adverso para el oficialismo que explora la posibilidad de tratar la legalización del aborto en el ámbito legislativo; como lastre para no seguir hundiéndose, teniendo en cuenta la sensibilidad que el tema provoca en todas las capas sociales.

Sin embargo, fueron los propios legisladores de Cambiemos quienes salieron enseguida a relativizar la especie periodística: adelantaron que no darán quórum el 8 de marzo sin que cualquier proyecto pase por comisiones; quieren ir "paso a paso…"

Mientras tanto, Macri puede seguir usando el tema como medio para negociar con la Iglesia un eventual apoyo del mismísimo papa Francisco, a cambio de cerrar un debate que, por cierto, tampoco está seriamente dispuesto a abrir.