Con medidas de seguridad extremas, control estricto en el ingreso de los participantes para que no se desborde no se sumen quienes no tenían asignada una entrada, y fervor por la expectativa de escuchar la voz de la líder del espacio mayoritario dentro del oficialismo.

Así se formó el ambiente que aguardó con ansiedad la palabra de Cristina, cantando a viva voz y haciendo flamear las banderas pidiendo por el sueño de volver a tener a “Cristina presidenta”.