Aunque no exista vínculo entre una cosa y otra, para Feinmann todo vale en su enloquecida disputa contra un colectivo que lucha para que se reconozcan sus derechos.

Incluso la cuarentena por el coronavirus parece ser un motivo para echarle en cara a las feministas su falta de presencia para denunciar una supuesta situación patriarcal en la disposición para evitar los contagios.