A tan solo 17 días de la asunción del presidente Mauricio Macri, el programa 678 ya perdió pantalla pero ganó el parque. Desde el domingo el rating se mide por metro cuadrado.  El hecho se inscribe en un contexto bastante original: es indudable que el gobierno triunfó en las elecciones democráticamente, pero también es incuestionable que lo hizo amparado e impulsado por un fuerte empuje mediático. Sin embargo su victoria no resultó aplastante como se esperaba después de la sorpresiva primera vuelta, la diferencia quedó muy ajustada. La famosa grieta parece muy profunda pero es muy cortita, mide apenas 700 mil votos.

La única fuerza que desafió a la multitud reunida en Parque Saavedra para ver la primera transmisión en vivo de un programa de TV sin pantalla pero con aire libre, fue el calor. En un domingo de más de 30 grados, sin que corriera un soplo de viento ni se viera una nube en el cielo, las familias fueron llegando al Parque. Circulaba poco mate por las agobiantes temperaturas pero se curtía mucha reposera y bicicleta. La convocatoria estaba pautada para las 17hs pero muchos estuvieron antes. Y aunque el acto terminó cerca de las 19.30, los más se quedaron disfrutando de la jornada hasta bien entrada la noche. Fue un fenómeno insólito, como un autocine pero sin auto ni cine. Cuando el “programa” terminó la gente se quedó, un poco porque ya había ido hasta allí, otro poco porque se sentía feliz de estar reunida y otro tanto porque el sol se había ocultado y el clima empezaba a tener alguna, aunque no mucha, clemencia.

El antecedente directo de este evento fue la plaza del domingo anterior donde Axel Kicillof analizó las medidas económicas del macrismo que aunque recién arribado no perdió tiempo en evidenciar su línea de alianzas. El ex ministro usaba de atril una caja que sirve para trasladar consolas de sonido dada vuelta, en algunas fotos se alcanzan a ver hasta las ruedas. La escenografía resultó improvisada pero Kicillof sabía muy bien lo que quería decir y arrancó haciendo foco en la crisis comunicacional imperante: “Yo creo que hoy, en perspectiva, unos pocos días después de que Mauricio Macri asumió el gobierno, podemos ver qué pesado, qué agobiante, qué complejo es para un Pueblo que los medios de comunicación respondan a los capitales concentrados y a los intereses de las minorías.”“Si los medios de comunicación se ocupan solamente de cubrir a este gobierno lo vamos a hacer en todas las plazas del país. El que quiera oír que oiga.” Y así, apenas una semana después, otra plaza  volvió a llenarse para ver la original trasposición de un programa de TV dedicado al análisis político de medios en una nueva forma de comunicación y comunión directa para pensar, sentir y compartir cara a cara  el repudio a la tabicación informativa que parece querer instalarse desde los medios hegemónicos quienes ahora gozan del amparo gubernamental.

El programa arrancó con la palabra de Mariana Moyano, visiblemente emocionada, se mostró muy agradecida por el amor que le brindaba el Parque repleto y continuó con la ovación a Barone quien sostuvo: “no nos hace falta volver porque estamos y porque no nos fuimos”.  Cynthia García fue la primera en mencionar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para reivindicar su conducción. Sandra Russo propuso “generar ámbitos, invitar a los amigos de los amigos, a los vecinos, hacer asaditos los fines de semana, politizarnos más, abrir la discusión política en el barrio, en la cuadra, en la oficina, porque no podemos permitir que nos desmovilicen, ni nos despoliticen”. Desde el público le gritaron a Mocca: “ayudanos a pensar”. Edgardo sostuvo que  “estas plazas son la novedad política más importante de la Argentina desde antes del balotaje hasta ahora. Tienen que ser miradas por todos porque está renaciendo en un nuevo nivel algo en Argentina. Y quiero aclarar de entrada que no se trata de contraponer las plazas con las estructuras organizativas, por suerte, orgullo y alegría para todos, nos acompañan Wado de Pedro y Martín Sabbatella.”  Y fueron precisamente ellos dos los grandes oradores del acto.

Wado habló casi veinte minutos como twittea: de corrido, casi no tartamudeó nunca. Dicen que hablando en público no lo hace pero sí frente a las cámaras. Resulta ser entonces que estos novedosos dispositivos de comunicación que son las plazas han encontrado en él a un gran referente y él parece sentirse muy cómodo en ese rol. Además cámaras había porque el discurso era transmitido en vivo a través de la página de Resistiendo con Aguante y difundido por Diario Registrado. De Pedro vehemente aclaró: “les queremos decir una cosa, así como dijimos que no les íbamos a poner palos en la rueda, desde estas plazas, les decimos que no vamos a permitir que vengan por los derechos conquistados en estos doce años, no vamos a dar ni un paso atrás, ni un derecho menos para nuestro pueblo, que lo sepan desde hoy”. “Este proyecto lo tenemos que seguir pensando, no importa cuando nos toque gobernar, porque como siempre dijimos el proyecto está al lado de la gente, en cada barrio, en cada fábrica, en cada básica, en cada Facebook, en cada diario vecinal, en cada uno de nosotros”.  “Estamos dispuestos a mejorar todo lo que se pueda mejorar, pero que no se metan con el bolsillo de los trabajadores”. Finalmente, hasta metió suspenso, repitió varias veces que le circulaba una palabra por el corazón y no terminaba de decir cuál. El público intentaba adivinar, algunos pensaban en “militancia”, otros en “patria”,  otros en “Cristina” pero la palabra era “VOLVER”. “Vamos a volver con un proyecto democrático, nacional, popular e inclusivo de la mano nuestra líder indiscutida Cristina Kirchner. Los quiero mucho”.

Bajo un sol ardiente, en una plaza sin sombras pero asombrosa, Sabbatella, a sólo dos días de haber vivido la clausura del AFSCA por orden del juez Julián Ercolini, culminó el acto con una potencia extraordinaria. “Es muy posible que este programa (678) no esté en la televisión pero tenemos que trabajar para que  esté en cada plaza del país”. “Hay un pueblo que no va a permitir retroceder, que no va a permitir volver al pasado, no se pudieron imaginar jamás lo que está pasando”.  “Hasta dijeron que no había concentración mediática en la Argentina. ¿Alguien puede creer que Aguad considere que no hay concentración mediática o que no sabe lo que pasa?  Mentira, sabe exactamente lo que pasa, tanto Macri como Aguad,  lo que pasa es que lo que tomaron es una clara posición al servicio de esos intereses corporativos. Decidieron mantenerse, como hace años, de rodillas ante Magnetto y ante Clarín.” Finalmente aludió a su líder política: “Compañera Cristina,  acá hay un pueblo que va a bancar lo que construyó Néstor, lo que construiste vos y va a seguirte para siempre, para que volvamos a ganar en 2017 y recuperemos el gobierno en el 2019”. A esa hora #678AlAireLibre ya era primera tendencia en Twitter Argentina y siguió entre los primeros puestos por varias horas más porque la gente llegó a sus casas y subió a las redes el material capturado usando ese hashtag.

Parece ser, parafraseando la ya famosa frase de Mauricio, que a algunos les faltan medios de comunicación y a otros les sobran.  Hace unos días charlaba con una compañera sobre la dificultad para informarnos en el nuevo escenario político-mediático  y la consecuente amenaza que esto significa para nosotros, trabajadores de medios, sobre nuestras fuentes laborales y sobre la posibilidad de seguir encontrando canales para difundir nuestras voces. Tenemos un doble problema: como ciudadanos el que tienen todos, queremos seguir accediendo a información fiable, abundante y plural, y, como periodistas, queremos poder seguir trabajando para brindarla. Ella me dijo: “Va a ser muy difícil porque ahora tienen todo el poder”, después de leer su oración en whatsapp me di cuenta que no era cierto. Que al “poder” aún le queda uno por disputar: el popular. Por las redes ya circula una nueva canción de protesta: “Hay un gorila suelto en la Rosada, piensa que este pueblo no va a hacer nada”. Una manera bastante contundente de evidenciar que el pueblo está movilizado. Resta ver si este despertar popular encuentra en la dirigencia política opositora su cauce.