Y realmente –sin ironías- se le agradece a Scioli las pocas veces que expresa sus convicciones, porque el gobernador por lo general es hablado por los otros y últimamente también por nosotros. Quizá sea el político del que más se habla, justamente porque él no lo hace. Ninguno habla demasiado sobre qué hará, qué haría, qué piensa, o en qué anda Cristina. Porque la presidenta, desde siempre, cada vez que tiene un micrófono enfrente habla y nos cuenta quién es. Lo mismo ocurre con otros candidatos del kirchnerismo que saben usar la primera persona del singular para decirnos quiénes son y qué quieren hacer. Pero hay candidatos que para hablar de política prefieren hablar del futuro como hablan los posters: “un futuro mejor”, “construir un futuro entre todos”, “trabajemos para el futuro”. Frases lindas que puede decir un comunista revolucionario, un ultraliberal, un general de la OTAN, el dueño de una fábrica a sus empleados, el último gurú new age, o una publicidad de dulce de leche.

No sé si está bien ir a todos los eventos a donde a uno lo invitan. Capaz que sí. Lo que pasa es que hay gente que prefiere elegir los lugares y las personas con quienes se reúne. Es el tipo desconfiado. El tipo que piensa que si va a una reunión de Clarín algunos van a pensar que eso significa que se lleva bien con Magnetto, podría ser. Y que si Magnetto lo invitó, será porque hace cosas que a Magnetto le gustan, podría ser. El tipo desconfiado podría pensar que si va a la reunión de Clarín capaz que después eso se va a interpretar como que está de acuerdo con las cosas que dice y hace Clarín, podría ser. Y es más, alguno capaz que pensaría que si Clarín lo invita al tipo y el tipo va, entonces Clarín lo va a cuidar al tipo y no lo va a criticar ni va a hablar mal de él bajo ninguna circunstancia, podría ser. Y lo peor, el tipo desconfiado pensaría que si va a la reunión de Clarín –que tanto daño de hace a la presidenta- después van a pensar que él está de acuerdo con hacerle daño a la presidenta, podría ser. Podría ser, aunque yo no lo sé.

Pero se ve que Scioli no es desconfiado y va a todos los lugares a donde lo invitan. A lo mejor no hay que hacerse demasiado problema porque eso no significa nada. Y quizá haya que pensar que la presencia de un candidato en el Espacio Clarín es como hablar de construir un futuro mejor para todos, que no significa nada. O por lo menos en su caso no significa nada. A lo mejor porque Scioli decidió no significar nada para que cada quien pueda poner en él el significado que más le guste. Pero ojo, que ese significado, a Scioli tampoco le va a significar nada. Porque así es la gente que va a donde la invitan sin preocuparse por si eso significa algo.

Y mientras escribo estas líneas desde el Espacio Clarín de Mar del Plata transmite su programa Alfredo Leuco, con su habitual manija para pintar al gobierno como un banda de delincuentes envilecidos que roban al país mientras aterrorizan a la población. Pero eso debo suponer que tampoco significa nada.