¿Ustedes sabían que el himen no sirve para calcular si una mujer es virgen o no y que eso tira abajo el mito de la telita que se rompe y el valor de una joven que jamás tuvo sexo? (pongo joven porque es lo que cotiza, las viejas vírgenes no garpan, dan solteronas) Capaz que sí. Capaz que lo sabían porque no es algo muy nuevo, aunque sí para mi. Tanto que tiene el mismo peso que cuando descubrí que Papá Noél no existe o que las nubes son aire y no gorditas y macizas como siempre las dibujábamos. 

Esta charla TED habla al respecto y de la sorpresa pasé a la indignación, como siempre nos suele ocurrir en estos casos. Me dio mucha bronca que mi generación haya vivido bajo una regla que ni siquiera era natural porque, si bien sabemos que el machismo es cultural, una cree que el mayor problema de la mujer es su capacidad de quedar embarazada. Entonces decís, bueno, qué cagada que tengamos himen y que eso culturalmente modifique y señalice qué tan dignas somos o no dependiendo, por ejemplo, de nuestra edad. Y ni hablar de otras culturas en donde el temita de la tela y la sangre es cruel y dificultoso para las mujeres, se reconstruyen el himen para no ser castigadas, compran bolsitas de sangre para tirar en las sábanas y que no las traten de trolas y no las fajen y todas esas cosas tremendas que le pasan a las minas del otro lado del mundo.

Anoche me fui a dormir pensando un poco en todo esto y en qué importancia tuvo en mi vida la virginidad. Está claro que soy de una generación que no tenía educación sexual en los colegios (ni siquiera mal aplicada) salvo por una marca de toallitas que venía a informarnos sobre el ciclo y quedar embarazas que es, sabemos, para lo único que les conviene a este sistema que estemos hechas. Y me partió un poco la cabeza cómo el concepto de la virginidad quedó absolutamente destruído, tanto que hasta en Wikipedia dicen que el himen no sirve para indicar un carajo: "El que exista o no himen no es un indicativo de que la mujer haya tenido o no coito. No se puede verificar, con un simple examen físico, si una mujer ha tenido coito o alguna otra experiencia sexual. Dado que, como ya se afirmó, pocas mujeres nacen con una membrana en el interior de su vagina, no puede afirmarse entonces que la ausencia de himen sea el indicio de que la mujer haya tenido relaciones sexuales".  

¿ENTIENDEN QUE TODO LO QUE PENSAMOS QUE ERA UN MARTIRIO NATURAL NI SIQUIERA LO ES? Perdón que grite pero haber desconfigurado y vuelto a configurar el concepto de virginidad a los 32 años es movilizante. Sobre todo porque, de verdad, quienes crecimos en mi generación realmente creímos que era cierto. Que ese peso tan agobiante de la mujer virgen, esa impronta y toda su santidad venían de algún lado. 

Mezclando un poquito peras con manzanas pero no, por ejemplo: el problema enorme que tenemos con el aborto lo tenemos porque, primero el Estado no se hace cargo de uno de los derechos más fundamentales que tenemos como seres humanos que es el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, pero segundo porque podemos quedar embarazadas. Ni hablar de que somos, en este mundo injusto, quienes tenemos el deber de cuidarnos aunque sean los hombres también responsables de ello pero se hagan los giles. Entonces ta, damos la batalla porque nuestros úteros existen y somos quienes ponen literalmente el cuerpo en esa ecuación. Bueno, lo mismo pasaba en mi cabeza con la virginidad. Está bien, vivimos en un mundo machista que nos castiga por ser mujeres pero además tenemos esa telita infame que funciona como una cinta de inauguración siniestra. HASTA HOY. Y por eso mi sorpresa. 

Cuando pensé en escribir esta nota lo charlé con mis compañeros de laburo a ver qué pensaban. Nicolás me decía que sí, que era para una nota pero que no le ponga tanto peso a lo biológico "si sangra o no, si se rompe o no, no es justificativo para todo lo que le hacen a las mujeres en esta sociedad". Y sí, "descubrir" que la virginidad es una mentira tampoco es tan blow mind porque en realidad lo que está mal en esa fórmula no es sangrar o no, tener himen o no, sino lo que hacen los hombres con nosotras por eso.

Pero igual hago esta nota PORQUE LA VIRGINIDAD FEMENINA NO SE PUEDE PROBAR LERU LERU. Y para que todas y todos reflexionemos un poco, para que se nos cambie en el bocho el concepto de la sexualidad de la mujer, el ya ridículo y vetusto "entregar el tesorito" pero también para quitarle el peso a esa palabra maldita llena de religión y moral mentirosa. 

Que la virginidad femenina como rito ya no rija más depende de cuán lejos llegue esta información. Por suerte tenemos Internet. Por suerte tenemos feminismo.