Anoche terminé de ver 13 reasons why, (adaptación del libro escrito por Jay Asher) una serie que me enganchó de manera vaga durante casi todos los capítulos pero con el gusto amargo y pesado de bancarse por horas conflictos adolescentes de una cultura que tiene tantos prejuicios como genialidades. 

Voy a intentar no contar casi nada, igual el final está en el principio ya que es la historia de una chica que se suicida después de recibir bullying brutal por parte de muchos de sus compañeros. Esta serie, producida por la famosa cantante Selena Gómez, estoy segura de que la pensaron después de ver el documental Audrie & Daisy en el que la primera se suicida después de ser violada ya que las burlas y el acoso escolar le resultaron insoportables. 

Bueno, la onda de la serie es un poco así. Mostrar el día a día en esos pasillos de esa secundaria hecha retrato de todas las secundarias de Estados Unidos en donde no solo les hacen bullying a las chicas que disfrutan del sexo tanto como los hombres sino que además generan personitas desquiciadas que prepararn y accionan matanzas de adolescentes al menos dos veces por año. 

La cotidianidad te engancha, los pormenores, las peleas, los chicos lindos, las muchachas perdidas y hermosas queriendo encajar. Los tan castigados y poco valorados nerds, los escraches, el ciberbullying. Todo lo tiene esta serie que te muestra, con una trama enredada al cuete las trece razones por las que Hanna se suicida. De esas trece razones, hay muchas que son bastante pedorras y tres o cuatro que son bien tremendas que entran todas en la misma bolsa (primer error), pero bueno, como no quiero espoilear (tanto) la serie me voy a enfocar sólo en lo que me llamó la atención.

En su encare. 

Tenés en las manos una historia con todo el jugo y el morbo que se necesita, tenés los recursos y la plataforma (Netflix) para hacer algo que además de generar espectadores lobotomizados durante un fin de semana frente a la computadora puedan implantar algún cuestionamiento más allá del "qué horror el bullying". Pero no, deciden, al igual que con Audrie & Daisy, dedicarse a contar de manera casi irresponsable hechos que suceden y ya, nada más que eso. 

Bueno, ahora viene el SPOILER. 

Todo empieza cuando Hanna sale con uno de los chicos más populares de su escuela y éste le saca una foto en donde se le ve la bombacha. Él deja que sus amigotes envíen la foto a toda el colegio y ahí las miradas y los comentarios la vuelven loca. Que cogió con él, que no, que sí. Todxs rumorean sobre si tuvieron sexo y, por supuesto, la conclusión es que sí y que, como a ella le copa coger, es muy rápida y nadie se la toma en serio. El tema es que ella no cogió con el chabón, el tema de la serie es que ella no es ninguna puta y no se merece nada de lo que le pasa. Ella es una chica sana, virgen como corresponde. Con unos padres buenos que se preocupan, con un cuidado extremo sobre su sexualidad. Y ahí le erran feo. 

Ponele que Hanna sí hubiera tenido relaciones con el chico lindo y popular de su escuela, ponele que sí disfrutó de una buena penetración. Ponele que sí. ¿Se lo merecía? Y eso es lo que enoja porque ahí hay un error de comunicación gravísimo ya que la serie no abre los ojos, no le dice a los adolescentes que una mujer que disfruta de su sexualidad no es una piba rápida, les dice simplemente que los rumores son perjudiciales, que una pobre chica virgen se puede suicidar si la molestan con su reputación. 

No hay una bajada de línea píola, no hay un cuestionamiento real al prejuicio, al machismo, a la misoginia, sólo y simplemente un reto a la burla. Una advertencia: ojo que capaz estás riéndote de alguien que no lo merece. 

Y lo tremendo es que en ese reto lo que está implícito es que hay gente que sí se lo merece. En este caso, las mujeres que cogen.

Igual ojo, también pensé que bueno, no hay que ser tan duras, no está mal que cuestionen la burla, que digan que sólo por una foto "íntima" una mujer pierde el respeto de toda una escuela, pero aún así el foco sigue estando en el mismo lugar: la sexualidad femenina y el control social ejercido sobre ella.