Esperamos que en unos días, un par de semanas se llegue a un acuerdo en la reestructuración de la deuda externa con acreedores privados. No es imprescindible, pero le quita margen a los fondos buitres y los periodistas “sobres-salientes” que viven una campaña de ataques mediáticos destituyentes full time. Contra todos los comentarios maldicientes, desde enero venimos diciendo desde esta columna que se logrará el canje de deuda de u$s 68.000 millones. La negociación-por razones ideológicas del fenómeno de la deuda, no de izquierdas o derechas- dejó de lado un detalle que podríamos haber agregado. Tal vez estemos a tiempo. Pragmatismo puro. Si Argentina  va a acordar, podría  introducir en el acuerdo “fondos frescos” (unos 5 a 7 mil millones de dólares), a la tasa de interés que se reestructure el resto de la deuda, para aplicarlos a dinamizar la economía. -¿Qué le hace una mancha mas al tigre, si son u$s 340.000 millones que debe?- Pero tenemos que separar lo urgente de lo importante.

En los negocios, cuando el paradigma cambia, tiene que cambiar la estrategia. Por eso el Gobierno debe segmentar (agrupar en pequeños conjuntos que compartan necesidades comunes, con el objeto de aplicar ayudas específicas a cada categoría). Los ricos y las corporaciones no necesitan la misma ayuda para pagar sueldos que una Pyme. Necesitan otras ayudas. Ellos van irreversiblemente a una reingeniería de negocios, apenas finalice esta pandemia. - ¿Cómo podrían los grupos económicos más importantes seguir existiendo igual? – Estamos asistiendo al fin de la Edad Contemporánea. Mark Zuckerberg (Facebook) y Marcos Galperin (Mercado Libre) ya reemplazan a los Rocca (Techint) y General Electric fue expulsada del Dow Jones. La nueva burguesía esta desplazando al neo feudalismo, nada será igual. Un mundo diferente requiere estrategias de negocios diferentes. Los cambios revolucionarios dependen de la transformación de los negocios y de la dirección, como de los procesos de los negocios. El obstáculo del desarrollo de los negocios en la Argentina y el mundo es la dirección de las empresas y las entidades financieras. Deben ahora mejorar de forma dramática los resultados de sus empresas, y hacerlo al mismo tiempo que ganan el corazón y las mentes de los trabajadores. Para el “ahora”, no existen tradiciones ni precedentes; no hay formulas. Este “ahora”, nunca fue visto. Todo esta cuestionado. Las viejas formas de gestión ya no funcionaran. Todas las corporaciones y entidades financieras deben cambiar. Nada será tan simple com antes. Cualquier cosa que haga el Estado (en términos de ayuda coyuntural a los grandes grupos) no será suficiente y se consumirá lo que si puede ser útil para lo nuevo.

Para reconstruir la economía mundial la gente tiene que comer. Los antagonismos políticos que buscan que la ciudadanía se sienta más desalentada son muy egoístas. El mundo cae al doble de la velocidad del peor momento de la crisis de Lehman Brothers en 2008-2009. Los pronósticos promedio del consenso mundial de entidades públicas y privadas para (2020) dan así:

Los que caen: EE.UU. 7%,  Japón 8.5%, España 10%, UK 8%, GRECIA 8%, Francia 11%, Italia 9%, Sudáfrica 7%, Rusia 5%, Polonia 5%, Alemania 7%, Brasil 5%, Ecuador 5%, Chile 3%, Uruguay 3%, Colombia 4%, México 8%, Argentina 7%, Tailandia 6%, Singapur 5%, Malasia 4%.

El que empata: Corea del Sur “0%”. Los que crecen: China 1.5%, India 1%, Indonesia 2%. En la Argentina hay voces que pretenden ignorar todo y alinear los pensamientos con el dólar blue. Los líderes mundiales más destacados están alentando a su gente con mensajes esperanzadores de reconstruir lo perdido.

La merma de PBI global se estima en  u$s 6.5  billones en 2020, alrededor de 3 PBI estadounidenses. Las estimaciones del crecimiento mundial eran 2.5%, pasaron a una caída de 4.5%. La diferencia es 7%, como una guerra mundial. Estas cifras para el mundo son distintas que para Argentina, hay que ponerlas en perspectiva. Hoy el debate mundial es acerca de:- ¿Cómo podrán vivir unos pocos acaudalados si los países van a la ruina? Mientras más arduamente remen para sí, experimentarán el descenso de sus fortunas y la caída de bancos que las poseen. Las crisis destruyen el valor de los activos. Entre los propietarios de activos no se encuentran solicitantes de seguro de desempleo. Si los esfuerzos se colocan en el lugar equivocado las voluntades serán vanas. El reduccionismo que ha convertido a los ciudadanos en consumidores y productores depende de que ambos permanezcan vivos. El egoísmo es funcional a la acumulación, pero hoy puede llevar el mundo a la ruina.

Los estímulos fiscales de EEUU ya están en 12.5% del PBI, antes  de aumentar. Los otros bancos centrales bajan tasas e inyectan abundante liquidez. La Reserva Federal y el BCE han comenzado a comprar deuda de empresas, para evitar el colapso. La Eurozona liderada por Alemania piensa inclusive nacionalizar empresas.

En EEUU la desocupación se aproxima al 20%, aun con estímulos fiscales por más de u$s 2 billones que incluyen exenciones impositivas a empresas, y subsidios a multinacionales propias. Hay u$s 300 mil millones de créditos a tasa cero para empresas con desequilibrios y a emergencia de la FED. La administración Trump facilitó u$s 2.100 billones, unos 10.5% del PBI. Los principales rubros son: auxilio a grandes empresas y Estados por u$s 530.00M (2.5% del PBI). Ayuda a pymes por u$s 370.000M (1.76% del PBI). Subsidio a hogares y personas u$s 290.000 (1.3% PBI). Contribución al sistema de seguro de desempleo por u$s260.000 (1.2% PBI), rebaja de impuestos u$s 290.000M (1.3% PBI). La política monetaria expandió u$s  2.4 billones. Los seguros de desempleo ya están en 36 millones.

La indefensión en que la administración anterior dejo al país, es absoluta. Perú colocó últimamente dos bonos por u$s 3.000 millones con vencimientos 2026 y 2031 pagando tasas de 2.39% y 2.78% anual. La Argentina no solo no puede colocar deuda desde enero de 2018 sino que está renegociando deuda tomada al 7% y 8%. El Gobierno está pidiendo 3 años de gracia para recuperar parte de los excesos, y ver si logra reducir el 62% de los intereses. Pero el riesgo de “quedarse corto”, puede hacer que una recuperación sea débil o nula.

A nivel mundial para evitar una recuperación perezosa resulta imprescindible un shock monetario y fiscal de magnitud. Krugman advierte que si los esfuerzos fiscales y monetarios son débiles pueden fracasar. Recuerde el principio: “un agricultor que siembra solo unas cuantas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante”. Hay que jugar fuerte. El déficit fiscal de EE.UU. superará  los 16 puntos del PBI (hasta ahora) y seguramente crezca con el correr de los meses.

EEUU

Hasta ahora ha sembrado mucho y cosechado poco. La clave de una cosecha es “en que terreno se siembra”. Stiglitz escribió que “hay que ponerle plata en el bolsillo a la gente que gasta, no a la que ahorra”. Si siguen ayudando corporaciones, la inversión no saldrá de las guaridas fiscales. Capital genuino es clave. No son los ciudadanos de a pie ni las Pymes quienes guardan dinero en lugares exóticos. En la crisis anterior se sembró en la banca, por eso la cosecha está en las Islas Caimán y los Panamá Papers. En EEUU comen pero al trabajador en cuarentena no le alcanza, existen organizaciones que suministran comida. Los Estados deben asegurarse que sus esfuerzos no caigan en saco roto. Bajarle impuestos a las grandes empresas y ayudarlos a pagar salarios le quita recursos a los que necesitan. Sus accionistas disponen. Las administraciones deberían reflexionar sobre este proceder.

Los Estados más desarrollados tendrán que intervenir en ayuda a otros países que están yendo a la ruina. No podrán ocuparse solo de sus problemas. Si actúan en forma egoísta la economía mundial les devolverá el búmeran. El plan Marshall tuvo éxito porque se realizó en el marco de solución a los problemas mundiales. Así comenzaron décadas de prosperidad y paz.

EMERGENTES

Están enfrentando fuga de capitales y caída de los precios de los commodities. En dos meses y medio Argentina (que había devaluado 500% en 4 años) devaluó 9% mas,  Brasil y México alrededor de 28%. Los que exportan commodities sufren caídas de 55% petróleo WTI, 10% el cobre, 6% la soja. Argentina conlleva menos por ese lado, pero el resto de la actividad es complicada. Debe tomar más medidas para ayudar trabajadores, familias y empresas. Y, aunque también hay que ayudar empresas, es necesario “administrar” cuales, como y cuanto.

El Gobierno ha intervenido recurriendo a una moderada ayuda fiscal y monetaria para enfrentar los efectos de la herencia recibida y la pandemia. Se ha puesto dinero en el bolsillo de los sectores más vulnerables, pero  la caída de ingresos acumulada es disparatada. Las medidas suman $ 600 mil millones, el 2% del PBI-comparado con EEUU que empezó con 12.5% y va por mas-. Están claras las diferencias de recursos, pero las necesidades humanas son las mismas. El paquete debe ser mayor. En marzo algunos economistas anunciaron un estallido hiperinflacionario por el impacto de las medidas. El déficit fiscal primario creció a casi $125 mil millones y la caída de la recaudación en términos reales fue de magnitud, pero la hiperinflación no estalló. Es más, en marzo y abril la inflación fue más atenuada que 2019. No podemos pensar en “normalidades” en medio del “uno dos” que recibió Alberto Fernandez (heredó default de deuda + pandemia mundial).

El gasto público hay que aumentarlo y administrarlo, sembrando en buena tierra. Hasta el momento el déficit primario podría alcanzar 6% del PBI. Podemos duplicarlo y redirigirlo. Los grupos grandes pueden reinventarse, vender empresas o divisiones y hacer fusiones. Ante el colapso de la actividad el Gobierno tiene que seguir impulsando estímulos pero en buena tierra: trabajadores y familias. Hasta el momento los estímulos: fiscal total 2.2% del PBI, monetario 1.8%. En total 4% del PBI. El déficit ha de  crecer antes de comenzar a bajar por efecto de la recuperación de la actividad económica. Como no hay otra posibilidad, habrá que emitir pesos y reperfilar toda la deuda local.

AUSTERICIDAS ABSTENERSE

Supuestamente cuando se emite moneda el señoreaje cae y la inflación sube, pero eso no está sucediendo. Los gobiernos pueden financiar déficit fiscal con emisión de moneda, todos los países del mundo lo hacen. Inclusive el país donde se escriben los manuales. Estamos ante una catástrofe mundial, no podemos pensar soluciones de tiempos de moderación. Dado que la hiperinflación cacareada no se dispara, ahora argumentan que eso ocurrirá con el paso del tiempo, porque la gente va a disminuir su tenencia real de dinero. -¿Qué gente, que tenencia?-Paradójicamente eso ocurrió cuando el Gobierno anterior comenzó el austericidio.

El día de mañana no es nuestro. Necesitamos resolver los problemas de la gente hoy. No hablemos de maquinita ni gasto público hasta que deje de morir gente. En este contexto no se reduce el gasto, se expande. La acusación de ideología de izquierda es un argumento ideológico y político de derecha. No naturalicemos los dichos de Bolsonaro evitaremos lucir como él. No demos ejemplos de expansión monetaria omitiendo la duplicación de la inflación de Cambiemos mientras emitía cero (con 58% de inflación). No es serio. Actualmente con fuerte expansión monetaria, aumento del gasto y caída de la recaudación hay menos inflación que con contracción del gasto e híper contracción monetaria en 2019.

El BCRA viene haciendo lo prometido por Alberto Fernandez, reduce pasivos remunerados, y esto es correcto pero funcional a los cuatro fondos que presionan la compra de dólares. Una artimaña conocida para horadar en medio de la negociación. Se lo hicieron a Alfonsín, a Menem antes del 91, a De la Rúa, Duhalde, Néstor, Cristina y Macri. Los agregados monetarios siguen aumentando. El sistema bancario no presta, la liquidez excedente va al BCRA vía pases. Tal vez el Tesoro pueda colocar deuda en bancos, reduciendo la emisión de base para financiar el déficit. En este momento se trata de ir resolviendo los problemas de la pesada herencia + el coronavirus. 

Nadie niega la situación. Para fin de año los sobrevivientes del coronavirus en el mundo tendrán que resolver problemas. Pero hablar en la actualidad de emisión, déficit o dólar blue es insultar la razón. Taimado es pedir que se evite el default de la deuda cuando se tiene papeles. Resucitar la momia que dejó la administración anterior y enfrentar la pandemia requiere un milagro de Dios que es posible pero no científico. Tenemos que pensar en los vulnerables no en los ricos. Las ventas Pymes en abril cayeron 57% interanual. Doctor, debería tener otro recurso para defender clientes. - ¿Como “la desgracia de ser ricos”? - La recuperación de la economía será lenta. Si el país entrara en default, no es seguro que la recuperación se haga más lenta aun. En la negociación no se pidió dinero fresco (ampliación) en concurrencia con el canje. Entonces -¿Qué puede cambiar el default?-

Pensando en la salida, habría que aprovechar la crisis para emprender la reforma financiera y terminar con los ciclos de endeudamiento y fuga. La crisis podría constituir un punto de inflexión en la larga historia de saqueos.