Wikipedia los define como “aquellas personas que, de forma individual o colectiva, fijan los objetivos y toman las decisiones estratégicas acerca de las metas, los medios, la administración y el control de las empresas y asumen la responsabilidad tanto comercial como legal frente a terceros. El empresario es la persona física, o jurídica, que con capacidad legal y de un modo profesional combina capital y trabajo con el objetivo de producir bienes y/o servicios para ofertarlos en el mercado a fin de obtener beneficios.”

Es sin lugar a dudas un actor principal del sistema capitalista. En términos clasistas son “la burguesía”. Que a su vez conforman un sector social con intereses comunes y contradictorios como se observa en los países que concretaron la revolución burguesa como en Francia, Inglaterra y más tardíamente en EE.UU y Alemania. Hay burguesías industriales, comerciales, agrícolas, que asocian a su proyecto de nación a las clases medias, vinculadas a las profesiones y oficios y a los trabajadores que es la mano de obra que ejecuta las tareas que necesitan para el cumplimiento de sus objetivos. Según el sector de la burguesía que predomine, se determinará el perfil del país y su grado de desarrollo.

En los países semicoloniales esa burguesía industrial denominada muchas veces burguesía nacional se ha unido al imperialismo y a la oligarquía para frenar a los trabajadores o unido a los proletarios para enfrentar al imperialismo  

Los países desarrollados son tales, porque la burguesía industrial se impuso como dominante. En la guerra de Secesión de los Estados Unidos se impuso el norte industrial sobre el sur algodonero y tabacalero. La guerra civil duró cuatro años (1861-1865).  En cambio en la Argentina las guerras civiles se extendieron por sesenta años. Justo cuando empezaba la guerra civil norteamericana en 1861, el sur agropecuario se impuso sobre el norte industrial y eso determinará el perfil económico del país. La batalla de Cepeda con la claudicación de Urquiza a favor de Mitre, significó el triunfo de los intereses portuarios y de la Provincia de Buenos Aires y que luego en los 19 años posteriores, se concretara una cacería sobre las huestes norteñas. 

En los países coloniales y semicoloniales, las industrias sustitutivas y las consiguientes burguesías industriales, surgen cuando las crisis del capitalismo no pueden abastecerla de productos industriales (crisis económicas, guerras mundiales).

De 1930 a 1945, en la Argentina se desarrolló esta industria y surgió un nuevo proletariado constituido por los descendientes de los derrotados de las guerras civiles. Ellos son el origen del peronismo cuando en un luminoso día de octubre se apropiaron de la Plaza de Mayo e hicieron posible que Perón saliera de su cautiverio.

A pesar que el peronismo vino a fortalecer y en gran medida reemplazar una burguesía industrial débil y alienada ideológicamente a la oligarquía, los empresarios y la oligarquía se unieron en 1955 para derrotar por las armas al proceso extraordinario iniciado un 4 de junio de 1943.

CARACTERÍSTICAS DE LA OLIGARQUÍA Y LA BURGUESÍA

Ambas han tenido una matriz común que es la fuga de capitales. La oligarquía durante muchos años fue una clase capitalista pero no burguesa. Era la época del primer centenario, con las vacas gordas y los peones flacos y con un PBI que la convertía en el séptimo país del mundo.

Con ricos tirando manteca al techo y con caracterizaciones en París donde se afirmaba “tan rico como un argentino” a modo de demostrar poderío económico.

Jorge Abelardo Ramos en su libro “Revolución y contrarrevolución en la Argentina” escribió: “Todos los testimonios de los visitantes extranjeros atraídos por la jarana de 1910, señalan el deslumbramiento que les producía la opulencia insolente de la Buenos Aires oligárquica. …Un periodista norteamericano, George Kent, años después escribió: “La casa de La Prensa es un edificio serio y sólido de seis pisos, de granito y estuco, con porteros de librea en las altas puertas de hierro. En cierta ocasión un representante del Vaticano que visitaba La Prensa observó: 'Me parece demasiado lujo para un periódico'. Don José respondió sonriente: ¿Y qué, no es San Pedro en Roma una iglesia bastante lujosa?”

Dicho periodista, refiriéndose a las frecuentes visitas europeas que realizaba Ezequiel Paz, propietario del diario, añadía: “Esos viajes a Europa y la prodigalidad con que Don Ezequiel Paz gasta su dinero son famosos en la Argentina. A menudo tomaba la mitad de la mejor cubierta de un trasatlántico de lujo, hacía decorar y amoblar de nuevo todas las piezas y llevaba a Europa gran número de personas de su familia. Llevaba en el barco a su cocinero y también aves de corral y una vaca para tener siempre la leche fresca. Al llegar a Francia, hacía matar la vaca y casi siempre daba la carne a la tripulación. En el viaje de regreso llevaba otra vaca. Al llegar a Buenos Aires, la hacía matar y daba la carne a los tripulantes…..Una elegante dama, también propietaria de vacas, le confiaba a Clemenceau, consternada, que las exigencias de la vida social en Buenos Aires eran muchos mayores que en París: 'Seis vestidos me bastan para la estación de París; me hacen falta doce en Buenos Aires'.

Palacios como el de los Paz donde funciona el Círculo Militar, o el Ortiz Basualdo donde está la Embajada de Francia, demuestran algunas de las inversiones capitalistas pero no burguesas del poder económico

En las últimas décadas la estructura del campo argentino ha cambiado significativamente con un incremento considerable de inversión en tecnología y en las formas de producción.

La vocación del poder económico de radicar los excedentes en el exterior es irrefrenable y atraviesa a la sociedad argentina vertical y horizontalmente.  

Se calcula que por lo menos hay trescientos mil millones de dólares en el extranjero.

De eso se blanquearon ciento dieciséis mil millones de dólares, de los cuales la inmensa mayoría continúa en el exterior. Supongamos, exagerando, que de los ciento dieciséis mil millones, 16.000 millones corresponden a profesionales, pequeños industriales, pequeños comerciantes, entre otros. Quiere decir que cien mil millones de dólares, casi un quinto del PBI, un tercio de lo que permanece oculto, corresponde al denominado Circulo Rojo en el lenguaje macrista. Son esos que al concluir el Tercer Encuentro de AEA (Asociación Empresaria Argentina - los más poderosos del país) lo llevaron al Ministro de la Producción Francisco Cabrera a afirmar: “Lo mejor que tenemos son nuestros empresarios”. Mientras se habla de modernidad y se adapta el lenguaje a eufemismos que ocultan la verdad o que  denominan a la mentira como posverdad, Jaime Campos, un directivo de AEA, expresó en el mismo lugar: “Los ciudadanos somos previos al Estado, hay que ver si los gastos del Estado son los que corresponden.”

Son estos empresarios que promovieron y lograron que se concretara la estatización de sus deudas, que esquilmaron al Estado en la etapa denominada de la “Patria contratista”, que luego se quedaron con las privatizaciones, mientras remitían al exterior sus superlativos excedentes.

Buena parte de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri tiene sus patrimonios alojados en el exterior siendo el caso más patético el del Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne que recorre el planeta en busca de la lluvia de inversiones, mientras radica el 87% de sus bienes muy lejos del lugar al que solicita a los extranjeros que inviertan.

Los grandes empresarios y una proporción de los medianos y pequeños, tienen una matriz liberal, aborrecen del populismo aunque es el que les crea las mejores condiciones, el modelo que les recrea un mercado interno para lo cual restringe el ejercicio irrestricto del derecho de propiedad y trata de limitar las arbitrariedades del capital.

Eternamente oficialistas por arriba, pero muy críticos de los gobiernos populares sotto voce, esto queda muy bien exteriorizado en el buen libro de Gabriel Vommaro, Sergio Morresi y Alejandro Bellotti llamado “Mundo Pro. Anatomía de un partido fabricado para ganar”: “(Franco Macri) había sido procesista hasta la presidencia de Leopoldo F Galtieri, se convirtió en un demócrata vehemente en el instante en que los militares emprendieron la retirada. De modo equivalente, tras haber mostrado simpatías por el peronismo (al punto de brindar apoyo financiero a varios ex empleados de SOCMA, como Carlos Grosso, José Octavio Bordón y José Manuel de la Sota), con el triunfo del radicalismo se convirtió en alfonsinista.” Luego coqueteó y se manifestó kirchnerista.

Los poderosos empresarios jóvenes como Gustavo Grobocopatel (denominado “el rey de la soja”) se diferencia por su inmersión en la tecnología, pero su ideología no está alejada de los tradicionales parámetros campestres. El muy exitoso empresario de Mercado Libre  Marcos Galperín, salió a respaldar la reforma laboral de Temer en el Brasil.

Los empresarios surgidos o consolidados al calor del kirchnerismo no escaparon en general a la caracterización descripta, yendo desde Electroingeniería que ha vaciado Radio del Plata con sus empleados a la intemperie a Sergio Szpolski, más conocido por su prontuario que por su currículo, a quien se puso a cargo de un conjunto de medios que quedaron a la deriva, silenciaron Radio América, y finalmente cerraron dejando a los trabajadores a la intemperie

Resultado de una concepción semicolonial,  las burguesías industriales de los países subdesarrollados compran lo que las burguesías de los países desarrollados dicen que hicieron o hacen y no lo que realmente hicieron o hacen.

El empresario italiano de la FIAT, que hace honor a su apellido Cristiano Ratazzi declaró: "Estamos entre los primeros 20 países del mundo, agradezcámosle a Menem y Cavallo"

Como se ve, todo va en camino de abonar la boutade de Francisco Cabrera: “Lo mejor que tenemos son nuestros empresarios”.

ANÉCDOTAS DEL PODER ECONÓMICO

“- ¿Las cenas son siempre iguales? – preguntó una vez Zulema Yoma al personal de la residencia de Olivos-

“-Cambia el menú. Cambian los presidentes. Lo que nunca cambian son los invitados- fue la respuesta” (Horacio Verbitsky  Página12 1-11-2009)

El 5 de mayo de 2003 Claudio Escribano presentó un ultimátum a Néstor Kirchner. Durante un desayuno, Escribano le comunicó el pesado pliego de condiciones: alineamiento incondicional con Estados Unidos, denuncia internacional de Cuba, relaciones especiales con el sector empresario, olvido de los crímenes de la guerra sucia y mano dura contra la inseguridad. Kirchner le respondió que “mi mayor preocupación es que me acompañen los argentinos, por eso no empiezo por los empresarios ni por el embajador de ningún país. Tampoco pienso en un alineamiento automático con Estados Unidos ni en buscar que me aprueben como precondición para gobernar mi país. Ocurre que usted y yo tenemos visiones distintas del país”. Escribano escribió entonces en la tapa de La Nación que la Argentina había decidido darse gobierno por un año, profecía atribuida a no identificados miembros del Council of Américas, a cuyo cumplimiento el diario dedica desde entonces sus mejores esfuerzos, aunque se le haya vencido el plazo. (Página 12  18 de mayo del 2003).

En 1945, el coronel Perón recibió al embajador de Estado Unidos Spruille Braden, quien le llevó también una suerte de "pliego de condiciones" y terminó su ofrecimiento diciendo: “Créame señor presidente, que si usted hace todo esto será muy bien considerado en mi país”. El coronel Perón le contestó: “Vea señor Embajador: a mí no me interesa ser muy bien considerado en su país al costo de ser un hijo de puta en el mío”.

Según el ex canciller radical Dante Caputo en el semanario Perfil del 24-11-2012: “Fue en 1984. El señor Guillermo Alchourron, presidente de la Sociedad Rural, me invitó a su casa. Cuando llegué, me estaban esperando hombres con los que nunca tuve ni tendría que ver, como Adalbert Krieger Vasena –ministro de Economía de Onganía–, Arnaldo Musich–operador de los intereses británicos– y varios otros.

Nos sentamos y uno de ellos me dijo, con la formalidad que convenía, el anuncio que siguió: “Ministro, nosotros somos el establishment”. Luego, así como se lo cuento, lector, me ofrecieron una alianza que rechacé. Todo tan simple, tan claro, tan impúdico.

Sentí el placer del astrónomo que descubre un nuevo planeta y el terror del niño que siente sobre su hombro la mano del fantasma. El establishment no es un concepto. Vive y quiere regresar.”

El 25 de septiembre de 1955- recuerda Miguel Gazzera- el General Lonardi concedió una audiencia a lo que quedaba de la conducción de la CGT. Los compañeros estaban en la antesala cuando por el despacho pasó un marino. Se detuvo, les preguntó quiénes eran y qué esperaban. Respondida la pregunta, los miró detenidamente y les hizo explotar esta sentencia: “Sepan ustedes que la revolución libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero, muera barrendero. Era el Contraalmirante Arturo Rial “Peronismo, autocrítica y perspectiva” - Miguel Gazzera Página 64.

En el libro de Graciela Mochkofsky  “Pecado Original. Clarín, los Kirchner, y la luchas por el Poder (página 142) cuenta”: “El dueño del Banco Mariva, Chicho Pardo, le había preguntado a Magnetto en el 2003 por qué no se presentaba él como candidato a presidente, y que éste le había contestado: ¿Por qué querés que pierda poder?  

Alejandro Wall, en su libro “Academia Carajo” escribió: “Chacho” Alvarez, por entonces Vicepresidente de la  Nación, junto con García Cuerva -Interventor del club desde el 25 de abril del 2000- pensó un esquema donde Racing recibiera un anticipo de los dineros que le correspondían al club por la televisación, para lo cual citaron al CEO del grupo Clarín al Congreso. En el libro se destaca que “el CEO del multimedio, entró al Congreso y caminó derecho al despacho del Vicepresidente, lugar que conocía muy bien después de tantos años de recorrerlo predicando la palabra del Grupo”. Al abrirse la puerta - destaca el libro - que Magnetto le dijo a Álvarez: “Ya te hice vicepresidente; ¿ahora que más querés?”. Y agregó: "No me hinches las pelotas que bastante hice por vos. No me vengas a joder ahora por Racing". 

Laura Di Marco en su libro: “Macri. Historia íntima y secreta de la élite Argentina que llegó al poder”, escribió: “Cuando lo secuestraron por segunda vez, en 1978, Franco junto con otros dirigentes peronistas, movió todos sus contactos con la cúpula militar, que finalmente lo liberó. Cuando recuperó su libertad, le pidió a su benefactor un segundo trabajo. ¿Y yo qué trabajo te doy a vos?, lo midió el patriarca. Grosso se convirtió, entonces, en quien exploraba proyectos de inversión del holding en países de América Latina, aunque muy pronto pasó a controlar los emprendimientos del grupo fuera de la Argentina. Finalmente en 1980, Franco le ofreció la gerencia general de SOCMA.

Grosso aceptó, pero le puso dos condiciones. La primera fue que nunca negaría su condición peronista.

Y lo segundo…..Cuando vuelva la democracia, yo renuncio. Quiero ser presidente.
Franco Macri lo miró largamente, divertido, y finalmente desafió:
Ese día, ya vas a saber que sos mucho más poderoso como empresario que como presidente. Y vas a estar tan contento de ser empresario, que no vas a renunciar a nada.
Voy a renunciar- subió la apuesta el joven.
Y cuando llegó la democracia, cumplió

En el libro “Raúl Alfonsín. La democracia a pesar de todo” de Andrew McAdam, Víctor Sukup, Claudio Oscar Katiz ( página 231) se cuenta; “La derrota del 14 de mayo (1989) fue dura y enseguida se planteaba el problema de la gobernabilidad ¿cómo podía seguir gobernando por 210 días un equipo que acababa de obtener ese veredicto de rechazo de las urnas y que tenía en contra no sólo el partido triunfante, sino también a los militares revoltosos, los empresarios poderosos, Iglesia y Sociedad Rural, así como los sindicatos unidos detrás de la coalición victoriosa? Muy pronto, la trasmisión anticipada del poder al presidente electo llegó a ser la opción más probable. Como cuenta un amigo de Alfonsín, el ambiente era realmente tétrico: a comienzos de mayo, se liberó el tipo de cambio, a instancia de los empresarios- quienes garantizaban su estabilidad- y al día siguiente el dólar se disparó al triple. “Estamos destrozados” comentó Alfonsín ante dos testigos cercanos, Simón Lázara y Marcelo Stubrin. “Aguanten, escuchen y recuerden. Algún día les vamos a pasar la factura.” Después de la derrota planteaba a los grandes empresarios: “Déjenme llegar a diciembre”, y Héctor Magnetto, presidente del poderoso grupo de prensa Clarín contestó: “Ustedes ya son un obstáculo”. El testimonio es de Simón Lázara 31-08-1999      

EMPRESARIOS

No se pretende generalizar pero un porcentaje importante, fundamentalmente de los que constituyen el establishment tiene comportamientos en el presente que se encuadran en algunas de las descripciones y comportamientos aquí considerados.

Inclinados a ajustar el costo laboral, es decir los salarios,  aunque en el cuadro de resultados de sus empresas el costo financiero supera largamente a la incidencia de los salarios y contribuciones patronales, los estereotipos asumidos parecen una barrera insuperable.

Responden claramente a la expresión de William James, el hermano del famoso escritor Henry James: “Un gran número de personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios”

Otro de los caballitos enarbolados es la presión impositiva. Un auténtico liberal norteamericano John Kenneth Galbraith afirmaba: "Nada favorece tanto la tranquilidad social como las protestas de los ricos cuando se sienten apretados por el fisco".

La descripción de los comportamientos de uno de los actores del capitalismo no implica aceptarlo resignadamente, porque como afirmaba el escritor francés muy conservador  Honoré de Balzac: “La resignación es un suicidio cotidiano”

Visto desde un ángulo mucho más positivo, parece oportuno recurrir al escritor Bernard Shaw que sostenía: “Hay hombres que ven las cosas como son, y se preguntan ¿por qué? Y hay otros que sueñan las cosas como nunca fueron y se preguntan ¿por qué no?”

*        Publicado en la  La Tecl@ Eñe Revista de Cultura y Política