Suele suceder cuando hace su alumbramiento un fenómeno adolescente nuevo y multitudinario que los primeros sorprendidos son las generaciones inmediatamente anteriores que se preguntan, “¿y esto de dónde salió?”. La primera reacción es sentirse viejo, la segunda negarlo. La tercera fase es, rápidamente, denostarlo, “ya no es como en mi época”. Allí todo era mejor, era verdaderamente bueno.


Lo cierto es que el fenómeno Rubuis, este comediante español hipermasivo, es la punta de un iceberg de miles de chicos en todo el mundo que publican sus contenidos en la red de redes, sin editores, productores ni directores de casting. La plataforma no es el filtro de la televisión, el cine o el teatro. Y la audiencia es infinita: 10 millones de suscriptores al canal de youtube, 3 palos en twitter, miles de miles de vistas a los distintos videos. No existe el tabique del horario ni la frontera de las licencias del afsca. Se autollaman youtubbers, y así son lapidados, pero veamos.



Youtube es un plataforma de video online, el soporte nomás. Un gran soporte, pero al fin y al cabo un soporte. Pasa algo similar con el resto de las redes sociales: sos blogger, twitstar o facebookero. La masividad o no -incluso el rol de culto- en esas redes sociales, al igual que ayer, y en la antigüedad, está dado por el talento, el carsima o ese no sé qué.



De cada 200 mil cuentas de twitter hay una que supera los 10 mil seguidores. Reducir a “youtubber” como sinónimo de tonto, por la edad, a un chico que tiene un carisma difícil de definir, como Rubuis, por caso, que es un fenómeno incomprensible para la gente adulta (personas de 22 años), es desconocer el proceso que se da en la actualidad. Es ser un ignorante feliz de ser un ignorante.



Decíamos más arriba que la plataforma, el soporte, elimina los intermediarios, principalmente los directores de casting, para bien y para mal. No hay acompañantes terapéuticos para pulir los diamantes pero tampoco el filtro de la subjetividad del que cree conocer todo de la adolescencia. En el pasado Cris Morena inventaba o descubría a Luciano Castro o a Lali Espósito, hoy tiene que ver cómo le saca el jugo a Julián Serrano, por nombrar hechos reales de la vida institucional de la mayor descubridora de talentos jóvenes de la patria por cantidad de habitantes (DTJ/h).



Para cerrar, gente mayor, sí, vos, que tenés 23 años, relájate, que siempre hubo un padre que pensó -de los Beatles para acá, incluido los Beatles- que los pibes son unos tarados que no entienden nada. Y ya se supo: Todos lo haremos mejor en el futuro.