Ya estamos hartos de escuchar el cuento de Caperucita, en la versión del Lobo Feroz. El secreto de tener inflación baja no parece ser la ortodoxia de la política monetaria y fiscal, sino tener una moneda patrón. Aunque te paguen emitiendo moneda o títulos, la expansión no se convierte en demanda interna, por eso los precios no aumentan tan fuerte en EE.UU. La Fed (Reserva Federal) toma los bonos del Tesoro y paga bajos intereses, sobre unos títulos que nunca va a pagar.  Esconden la tierra debajo de la alfombra.

Del techo histórico de riqueza bursátil de los EE.UU. (febrero 2020), se perdió un tercio. Hablamos de “destrucción de riqueza”, el mercado de capitales a nivel internacional colapsa. Nuestras Pymes requieren parámetros de prontitud y eficiencia de un Estado que debe tomar un sinnúmero de decisiones. No hay solución económica nacional en una crisis global, lo vimos en 2008. “Puestos de trabajo británicos para trabajadores británicos” dijo Gordon Brown, 12 años antes del BREXIT.  El Estado nacional debe reformular todos los lineamientos previos a 2019 para lograr el nivel de competencias necesarias para afrontar el desastre.

Las condiciones son desfavorables en todo el mundo. Se espera que en su mayoría las economías individuales proyecten un grado de destrucción significativo durante 2020. En el ámbito local se predicen cifras de crecimiento negativo. El Estado necesita acompañar con políticas de apoyo y fomento a las empresas y particulares.

Algunas compañías argentinas antes del coctel explosivo 2015-2019 habían llegado a un punto de maduración en el que realizando los ajustes necesarios  podían avanzar al siguiente nivel. Tanto en su cultura como en su estructura organizativa, aun conservan alguna base para encarar el proyecto de desarrollo que alcanzo un PBI de 550.000 millones de dólares. En el proceso de generar valor agregado se  había realizado un trabajo más que interesante hasta 2015. La situación del 10 de diciembre de 2015 les permitió llegar hasta el día de hoy (a los que llegaron).

Faltaron conocimientos de finanzas, inversiones y dinámica del sector privado. Inclusive esa carencia fue lo que excedió y permitió que entre 2015-2019 se hiciera cualquier cosa. La situación actual no da margen para vigilias académicas. Necesitamos lo que el Gobierno anterior decía tener CEOs, pero de verdad. Ni una pandilla de inútiles, ni una chusma de consignatarios de empresas públicas. Lo que vimos fue otra cosa.

 “El Estado es paternalista, tú tienes que resolver tus propios problemas”.

En un mundo híper competitivo, con países desarrollados que subsidian actividades con miles de millones, es poco realista pensar que las empresas pueden mantenerse o reinventarse sin ningún tipo de ayuda (esto recomendaba el ex ministro Ibarra). Hoy ni siquiera la agro-exportación con sus ventajas comparativas desea soportar tres puntos más de retenciones a la soja. Dicho sea de paso, no parece que haya más tiempo para exteriorizar republicanismo con piqueteros en 4 x 4, que ni siquiera superaron la abolición de la esclavitud.

Hicimos suficientes reingenierías, transformaciones y cambios en las empresas de los años noventa. Pero reinventar una empresa vulnerada en medio de un país devastado por la epidemia amarilla, eso era otra cosa. Recomendaciones como la mencionada reflejaban el grado de subestimación y/o desconocimiento de los funcionarios que las exhalaban.

Mario Negri busca trascender la realidad que dejaron con el impulso imaginario e irracional de un inconsciente: “El gobierno debería convocarnos para abordar la emergencia por el corona virus en la salud de los argentinos…se deben aplicar medidas que anticipen estos costos y ayuden a mitigar su efecto sobre la actividad y la pobreza, que requieren priorización,”.

Si a la sociedad argentina le interesaran la reflexión y el debate sobre la actualidad, esta podría es una buena salida. Los laboratorios de ideas son espacios que sirven para analizar los retos de una sociedad y proponer soluciones.

Pero si Cambiemos fuera un “think thank”, sería el menos interesante del mundo para escuchar en este momento.

¿Socorrieron a los las inundados?- No, porque ese think thank dice que implicaba aumentar gasto público y déficit fiscal. Despejado.

Rebajaron la estima al Ministerio de Salud y le pusieron Secretaria. Compraron vacunas para prevenir el sarampión y se les vencieron sin aplicarlas. Se registraron brotes como hacía décadas no sucedía.  Suspendieron los descuentos en medicamentos a jubilados. Quitaron brutalmente subsidios energéticos, sin reparar en los electro- dependientes. Dejaron 40.8% de pobreza. Compraron lanchas israelíes carismas perjudicando al astillero argentino y dejaron de entregar computadoras en las escuelas.

¿Qué sería de los argentinos si el mejor equipo de los últimos 50 años  hubiera estado en comando en este momento? Nunca eran responsables de nada y no querían ser solidarios con nadie. Acometieron toda convivencia porque no creen en la sociedad ni les importa la gente. No eran liberales,  apenas encuadraban en neo-vulgares. Compitieron contra el sentido común sin descanso y siguen en guerra contra la sensatez a juzgar por la demanda de Negri.

Si no avanzamos con una quita de 70/80%, con 10 años de gracia y tasas de interés igual a Treasury (Bonos del Tesoro estadounidense a 10 años) más 25 basis points (0.25%), no estamos entendiendo lo que padecemos. El país se estancó-como se dice falazmente entre 2011-2015. Entre 2011 y 2015 el PBI creció poco, pero subió alrededor de 2/3%. Entre 2015 y 2019 el PBI per cápita (según Sturzenegger) cayó 11%. En otro orden de cosas (institucionalidad republicana, endeudamiento, dependencia del FMI),  el país retrocedió 15 años

Los próximos defaults ocuparan lugares espaciosos. Países, empresas privadas y bancos están en una situación de precariedad extraordinaria. 

El ejercicio de empalmar la restructuración de la deuda, impulsar las exportaciones, reactivar la economía y despuntar Empresas mixtas, puede conllevar detectar diversas oportunidades. El Gobierno no se debe dejar amedrentar por el dogmatismo hueco y fracasado que nos trajo hasta aquí. Teniendo en cuenta el desempeño de los negocios en cuanto a velocidad de reacción, estructuras, valor, y oportunidades, es fundamental encarar un plan de acción tendiente a pasar de la etapa fundacional (2003-2015) a la etapa de recuperación y profesionalización pública. Suspendamos con los macroeconomistas. Ya tenemos muchos y muy buenos. Dejémosles trabajar.

Se necesitan administradores de finanzas vertiginosas con amor al país y estrategas de negocios argentinos honestos.

Necesitamos un Estado competente en las áreas financieras, para que un NUNCA MÁS FINANCIERO no sea una mera perorata para impresionar jefes militantes. Como mínimo el ciudadano necesita la distribución gratuita (una versión al alcance de todos) del libro “Endeudamiento y Fuga” (Basualdo). La parte noble de la política-hoy en el oficialismo-ha regalado las finanzas del país por analfabetismo financiero propio y del ciudadano de a pie. Durante cuatro años nos mintieron con desfachatez y cinismo a los argentinos. A la clase media le metieron odio y miedo porque aunque tienen poco, lo poco que tienen es mucho para perderlo. No regresemos a incurrir en el mismo desliz.

Cuando hablamos de todo esto nos referimos a cada uno de los engranajes que articulan un país que tiene chances de aprovechar el desmadre propio y mundial para enderezar la nave (Bambino Veira).

Esta visión requiere ruptura de reglas  y paradigmas, buscando nuevos roles del Estado, con técnicas, herramientas y creatividad. Si no se hace con coraje, en 2023 podríamos estar dándole nuevamente la bienvenida a la Rosada a Cambiemos o su adorable descendencia

Deben identificarse las empresas que tienen objetivos alineados con el país y los pseudo economistas de universidades que abogan por los intereses de los bancos, inversores, bonistas y fondos buitres. A unas para asociarlas al éxito del país generoso donde se desarrollaron, a los otros para silenciar nuestros oídos. Saturaron. Son indefendibles.

El Estado necesita contar con los recursos financieros para estimular la demanda agregada. Debe usar estímulos monetarios y fiscales ya mismo.

Es hora de abandonar el debate con aficionados y fracasados. Me refiero a quienes enseñan economía y votaron a Macri, bancándolo hasta que fue conveniente soltarle la mano. Ahora nadie fue Macrista, pero los egresados de economía que fueron ministros y presidentes del BNA y sus catedráticos diletantes pontifican metiéndose en política. Con la foto de Francisco a sus espaldas, pero con mamón en el corazón. También la universidad de los “gallego boys” (así les llamaba la segunda línea de apellidos patricios a la tercera línea de Martínez de Hoz que más tarde endeudo al país y disparó el déficit fiscal más absurdo con Menem durante diez años). Aun se atreven a contestar reportajes con arrogancia de perdedores. Siguen envenenando jóvenes que no conocen de historia, despolitizados pero que pueden pagar la cuota. Sus máximos exponentes devaluaron y generaron la segunda híper, luego los que siguieron llevaron la deuda de u$s 40.000 millones a u$s 132.000 millones, regalaron empresas publicas malgastando su producido solo para financiar gasto corriente. Precursores de Macri. “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.

Vademécum macroeconómico, microeconómico y financiero en 10 puntos:

Nacionalizar empresas

Expandir el gasto y la base monetaria como EE.UU. “Al que te pide, dale”. Después veremos cómo esterilizar.

Elaborar un tablero de comando táctico político-economico-financiero (no solo economico) en la Jefatura de Gabinete.

Reestructuración con 70/80% de los 70.000 millones o retomar el default (Plan B)

Refinanciar deudas en pesos con tasa nominal anual de 20%, sin quitas, en forma permanente. Los financistas tienen que reinventarse.

Capitalización de deudas empresarias con BNA, Provincia y Ciudad. Creación de empresas mixtas con opción de recompra, si no se verifican fraudes o destinar al FIERA “fondo inversor económico de recuperación argentino”.

Bajar la tasa de las LELIQ a 20% ya.

Otorgar créditos abundantes para PyMES-“Carta de crédito Domestica”. El Banco otorgante le paga directamente al proveedor.

Refinanciar automáticamente todos los créditos bancarios de corto plazo por 180 días.

Prefinanciar exportaciones de manufactura en pesos para distinguidos exportadores cumplidores.