“El día en que se iba a enfermar, Santiago Nasar se despertó a las 5:30 de la mañana para esperar el virus.  Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.”

Esta es una pequeña adaptación del célebre inicio de la novela de Gabriel García Márquez: “Crónica de una muerte anunciada”

El presidente Alberto Fernández está en el peor de los escenarios. El COVID avanza velozmente amenazando implosionar el sistema sanitario, uno de los grandes méritos de su gobierno al afrontar la primera ola, y con todos los índices económicos de un drama social que coloca al país en forma permanente, como una bomba con mecha corta, a metros de un estallido social que el gobierno ha logrado evitar hasta ahora, como otro de sus méritos

Todo parece dado vuelta. Cuando había unos 2000 infectados diarios se tomaron medidas rígidas y cuando los infectados se multiplicaron por diez se adoptan medidas cosméticas sin voluntad de aplicarlas. La misma sociedad que adhirió a la premisa central de “primero la salud” es la que en sectores difíciles de dimensionar pero que tiene como voceros a los medios hegemónicos que lo amplifican en forma ensordecedora se inclinan “por primero la economía”. Es una falsa disyuntiva. Las imágenes, privilegiando la economía,  en EE.UU, Brasil e Inglaterra (esta hasta que Boris Jonhson contrajo COVID), arrojaron hospitales que se saturan, muertos en las calles,  camiones frigoríficos como morgues móviles, los cementerios que no dieron abasto, los médicos que se encontraron ante la dramática alternativa de elegir a quien darle el respirador, la economía también se paralizó. A su vez el privilegiar la salud sin destinar, por lo menos, alrededor del 6% del PBI a subvencionar la economía, produce un empobrecimiento explosivo.

Argentina fue un paciente que entró a la pandemia hablando en términos sanitarios con enormes comorbilidades. Tres años de caída del PBI, pobreza disparada a niveles invivibles,  destrucción de parte del aparato productivo, miles de negocios cerrados, una deuda impagable, desigualdad explosiva, comedores abarrotados de gente acosada por el hambre, sistema sanitario en terapia intensiva, entre otras tantas debilidades.

El gobierno actúo fortaleciendo el sistema sanitario ganando un tiempo imprescindible con la cuarentena, estricta medianamente durante 30 días. Por otra parte, en un esfuerzo enorme destinó el 3,5% del PBI a atenuar los efectos de la cuarentena sobre las personas y las empresas. El resultado fue que el sistema sanitario no implosionara, que en el país no se vivieron las escenas dramáticas, que el superlativo empobrecimiento de la pandemia fuera contenido. No se pudo evitar la destrucción económica y un número enorme de fallecidos. También contrafácticamente se evitó un número incuantificable de muertos.   

Las vacunas marcan una importante y favorable diferencia,  pero como era previsible con un aprovisionamiento deficitario y lento ante el avance veloz de la enfermedad.

Estamos en horas cruciales. No apto para medidas a media agua. Con una sociedad cansada, con enormes franjas angustiadas y otras muy indiferente al drama transcurrido y el que se avecina, Con una oposición en sus sectores más gurkas haciendo frente amplio con el virus. Enarbolando una consigna asesina en pandemia: “Cuanto peor, mejor”

Hay muchos datos que reflejan la hora actual, pero uno definitorio: el sábado 10 de abril, que como en todos los fines de semana hay menos testeos y también se detectan mucho menos infectados, el número de los mismos alcanzó 19.419 , una cifra superior al pico del 21 de octubre del 2020, que fue 18.326.

La segunda ola arrasa Europa y todos los países fronterizos. Con una intensidad desconocida en la primera, teniendo muchos más conocimientos y recursos contra el virus

No hay medidas buenas, sólo menos malas. Pero es imprescindible tomarlas y ejecutarlas.

La oposición, y los diferentes integrantes del oficialismo, debe acompañar activamente. No hacerlo es actuar de quinta columna, una expresión utilizada para designar en una confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades hacia el bando enemigo.

Aquí el enemigo es el COVID. No puede ni debe haber dudas.

Habrá que apelar a toda la imaginación posible para afrontar lo más grave de una situación inédita planetaria. Los que aquí levantan la bandera de la libertad individual, con calificaciones al gobierno que van desde la dictadura a la infectadura, con expresiones cargadas de una postulación tan falsa como suicida que se expresa con el latiguillo  “nos quieren volver a encerrar”

Utilizan de ejemplos países que con el correr de las semanas desmienten sus afirmaciones y con un caradurismo impactante  pasan a sostener lo que sucede en otros naciones, hasta que la realidad los increpa nuevamente como farsantes. Paradojas de la pandemia: a esta oposición irresponsable, los países que siempre toman como modelo se adoptan medidas extremas que llega hasta el toque de queda. Intencionalmente, parecen aislados del mundo, de un mundo que parece actuar como el espejo que indefectiblemente en semanas desmiente sus mentiras. 

Modestamente ahora me dirijo a Ud. Sr. presidente. y me refiero a la economía y las consecuencias sociales. Ud. sabe que si solo se toman medidas defensivas, la crisis nos seguirá goleando. Ud. es futbolero y conoce que nadie gana un partido ignorando el arco de enfrente. Ningún médico que atiende a un enfermo con COVID, con neumonía bilateral y problemas respiratorios, deja de internarlo en terapia intensiva. Tome el ejemplo y aplíquelo a la economía. Recetar analgésico no mejora al enfermo.

Unifique bajo la consigna “Todos unidos contra el virus” los diferentes sectores que componen el “Frente con todos”. Por favor, concéntrense en la pandemia y la economía, no se distraigan con otros temas importantes que en estas circunstancias pasan a segundo plano. Nadie en un barco averiado, se avoca a redactar la demanda a los fabricantes de la nave. Privilegia el salvataje.  Olvídese de las elecciones de octubre que es posiblemente el mejor camino para ganarlas. Colóquese al frente de la batalla.     

Fue y es una tarea tan ciclópea que cabe en un mensaje descarnado llamando a que lo acompañen. Hay que lograr que la inmensa mayoría sea consciente de las horas dramáticas que se avecinan y voluntariamente como en marzo del 2020 se sume a un salvataje colectivo. Y el que no lo entiende debe ser sancionado pecuniariamente y su reiteración con privación de la libertad.  

Use todos los medios, incluidas las redes sociales. El momento es ahora. Haga una mesa lo más amplia posible que integrada por infectólogos, sociólogos, comunicadores, psicólogos, pediatras, políticos de la oposición que quieran colaborar, informe, sugiera, aconseje.

Recuerde lo que se dice en nuestro poema emblemático, el Martín Fierro:

“Aprovecha la ocasión/ El hombre que es diligente;/ Y, tenganló bien presente:/ Si al compararla no yerro,/ La ocasión es como el fierro/: Se ha de machacar caliente.” 

Al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta: Ud. que está tironeado por los halcones de su partido, que está pensando en su candidatura presidencial en el 2023, que tiene un discurso público de moderación, en lo sanitario juega de halcón y mira pasivamente como se saturan las camas de terapia intensiva, si eso ocurre, es su candidatura la que entrará en terapia intensiva, pavimentada con los muertos que no impidió. Los halcones, animales  de rapiña,  ha signado el ascenso de los jefes de su partido. Patricia Bullrich hoy, Mauricio Macri, ayer, que llegó a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre los muertos de Cromagnon y a la presidencia sobre el cadáver del suicidio de Alberto Nisman presentado por sus militantes y los medios hegemónicos que lo apoyan como asesinato                  

Volvamos a la adaptación del libro de García Márquez: 

“El día en que se iba a enfermar, Santiago Nasar se despertó a las 5:30 de la mañana para esperar el virus. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.”

Sr Presidente: todavía puede salvar a los miles y miles de Santiago Nasar. Es una batalla muy difícil pero el resultado definitivo no está escrito.

Es ahora. Esta elección no tiene ballotage. Mañana puede ser tarde y mucho más costoso

Publicado en la TECLA Ñ, Diario Registrado y Radio Cooperativa