A lo largo de los tres meses desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri, los matutinos La Nación y Clarín tomaron la herencia kirchnerista como punto de contextualización de las iniciativas encabezadas por el oficialismo. Durante su primera intervención inaugural de la Asamblea Legislativa, el presidente dedicó la mayor porción de su tiempo -45 de 61 minutos, según la puntocom Letra P- a esta referencia del pasado inmediato, confirmando la lógica discursiva de reparación como eje central de su comunicación pública.

Esta agenda en diálogo antagónico se constituyó como eje transversal en el análisis -sin memoria de las viejas acusaciones cruzadas de agrietamiento- y contribuyó a la implementación de políticas que fueron fuertemente cuestionadas desde los medios de corte progresista por su impacto social. Aún así, los diarios enfrentados con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner mostraron en este último tiempo diversas posiciones frente a la temática laboral, que fue abordada desde una posición menos radicalizada y hasta, en algunas excepciones, crítica de la actual gestión.

Un análisis que tiene en cuenta la composición temática de las tapas de los diarios La Nación y Clarín durante los tres meses posteriores a la asunción de Mauricio Macri -91 días y 89 tapas, descontando las no impresiones características del 25/12 y 01/01- refleja la baja repercusión de los conflictos que se produjeron tras los contados como miles despidos en el sector público y privado.

La agenda de despidos fue abierta por Clarín, que el 22 de diciembre anunció la revisión de 15 mil contratos de empleados públicos. Un día después, La Nación corrigió el número justificando en título de tapa las declaraciones del ministro de Modernización Andrés Ibarra y su orden de realizar 75 mil revisiones.

En números

De las 89 tapas, el gran diario argentino destinó espacio a la ola de cesantías solamente en cinco ocasiones: anunció la revisión de los contratos, las 2035 bajas en el Senado, los despidos en la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Justicia, y las triangulaciones con las universidades nacionales.

Por su parte, en ocho tapas de La Nación la temática laboral osciló entre complacencias, producciones con datos cuantitativos y hasta críticas a la nueva política de empleo. Propinó “Uno de cada tres estatales entró con el gobierno kirchnerista” (29/12) e “Indec, otra herencia del descontrol con el personal estatal” (01/02); informó “el Estado es el mayor empleador en negro” (09/02); y criticó “Ya suman casi 7800 los despidos en la administración pública” (30/01) y “Se perdieron más de 100.000 empleos en lo que va del año” (08/03).

Buitres en agenda

Sin duda, las negociaciones que lleva adelante el ministerio de Economía con los rebautizados holdouts fueron el foco de atención de los dos diarios. Mientras que La Nación dedicó dieciséis notas en tapa al tema, Clarín incorporó, desde el inicio de las sesiones ordinarias, el debate que se desarrolla en el Congreso sobre la modificación de las llamadas Ley Cerrojo y Ley de Pago Soberano.

Paréntesis

La fuga de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci movilizó la agenda entre el 28 de diciembre y el 14 de enero. Durante los días de la crisis de seguridad que generó su huida, los tres hombres ocuparon once de las diecisiete portadas de ambos diarios, relegando a segundo plano temas como los aumentos en las tarifas de consumo eléctrico.