En dos meses, exactamente el 26 de abril, serán las PASO de la Ciudad de Buenos Aires. Falta nada para que los porteños demos el puntapié a la saga de elecciones que culminará con las presidenciales de octubre, o, quién sabe, en un ballotage nacional. El escenario porteño es atípico, como siempre lo fue, por otra parte, por eso vamos a analizar las posibles alianzas en la Ciudad Autónoma de Peronismo.

Siendo la primera minoría nacional el FPV al día de la fecha y habiendo perdido varias veces con el marcismo, también llamado Pro, no encuentra un candidato propio de peso. Hay varios nombres en danza, Juan Cabandié y Mariano Recalde son la expresión, junto a Daniel Filmus, que expresan más acabadamente el núcleo duro del FPV. También quieren jugar candidatos progresistas que desembocan en el cristinismo, como Gustavo López y Gabriela Cerruti, en alguna de las formulas a jefe de Gobierno. Se le suman otros políticos con peso como Jorge Taiana, ex canciller, y Gustavo Marangoni, representando a Scioli, titular del Bapro. Todavía todo está en veremos, incluso la posibilidad de quedar como tercera fuerza.

El Pro supo encarnar y consolidar una estrategia de gobierno vecinalista con liturgia propia. Que Mauricio Macri buscará extrapolar el resto de la Argentina de la mano de la CABA y de Santa Fe, donde Miguel Del Sel ya cuenta con el apoyo de Reutemann. En Capital, compiten por el trono: la carismática Gabriela Michetti, que no es apoyada por el cuerpo político del Pro, pero sí por la gente, y quien tiene poco laburo ejecutivo, versus Horacio Rodríguez Larreta, que es su anverso completo. Sin tanto carisma, con el apoyo de Macri y los ministros del Pro y con gestión. Ambos perfiles serán evaluados por los votantes, pero pareciera ser que el Pro tiene en ambos casos la posibilidad cierta de quedarse con la dorada estatuilla (?).

En el medio corre Martín Lousteau, representando al Frente Unen, o a Faunen, o algún otro sello frentista, que buscará expresar según el mismo dijo “un espacio socialdemócrata”. Esto es ni de derecha, ni progresista, ni peronista. Ese artificio es sólo posible en la Ciudad de Buenos Aires (y Mendoza). No es un mal candidato y tiene mucho para sumar. Competirá con Gabriela Ocaña, otra ex ministra de Cristina, en sus PASO.

Otro desprendimiento de Faunen sin manija y fuerte históricamente en el distrito es el senador Pino Solanas, que quedó girando tras el alejamiento de Elisa Carrió hacia el macrismo. Sin espacio de pertenencia en estas horas define la posibilidad de ser el candidato en la Ciudad de Buenos Aires del Frente Renovador, es decir, de Sergio Massa.

Otro espacio que tiene un crecimiento sostenido y que puede dar la nota en la Capital es el FIT, la unidad de la izquierda electoral que crece elección a elección y que busca cooptar el voto de izquierda kirchnerista que no adheriría nunca a un candidato del FPV que se plante visiblemente a la derecha de Cristina. Hay que ver si existen esos votantes posibles.

Esta todo por verse en el distrito menos peronista de la Argentina, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el artificio porteño al decir de Jorge Asis. La consolidación del Pro sin Macri como elector, el nacimiento de una socialdemocracia no gorila, el crecimiento de una izquierda más radical o el renacimiento del FPV con un candidato que entusiasme serán las claves de esta elección.