Gustavo Cerati fue un genial intérprete, uno de los mejores cantantes argentinos de todos los tiempos, pero además era un guitarrista virtuoso, y rítmico, como pocos, un vanguardista natural, un hombre que sabía y elegía rodearse de los mejores, un productor minucioso, de otros y de sí mismo, un letrista muy bueno y un compositor magistral de canciones, demoledor, único. Cualquiera de estas cualidades por separado podría determinar un gran artista. Cerati las tenía todas. Si a eso le sumamos su talento estético y su natural belleza nos encontramos con el gran artista pop de América Latina, nuestro Bowie. Bowie, mejor dicho, es el Cerati de ellos.

Apadrinado y producido por Federico Moura, Cerati sin lugar a dudas hereda esa tradición teatral (y glam). El respeto por la canción y la interpretación, sí, pero además la intencionalidad sobre el escenario. El show. El estilo. Las ondas. Así se hablaba en aquellos años. Las ondas del verano. Nada estaba librado al azar en la carrera de Soda Stereo, había iluminadores, maquilladores, sonidistas, peinadores, plomos y vestuaristas.

Asumió el riesgo continuo, renovarse permanentemente, no conformarse con la formula, la marca de estilo. Siempre escuchó lo que pasaba acá y estaba al tanto de lo nuevo en el mundo. Era un melómano, un tipo que en las entrevistas le preguntaban qué estaba escuchando y nombraba bandas que no habías escuchado siquiera nombrar. Antes de la existencia de internet.

Fue la persona que ahijó la conocida movida ‘sónica’ que incluía a los Baba-ídem, a Carca (Tía Newton), Los Brujos, Resonantes (Flavio Etcheto) y Avant Press. De la banda entonces desconocida de Leo García y Ezequiel Araujo llegó a cantar en vivo Cibersirena, un cover que les dio un espaldarazo infernal a la banda cancionera del oeste bonaerense.

Se aventuró a la banda de sonido de +Bien, tras la salida de Soda, con Bocanada, y tras sus experiencias con Melero (Colores Santos) y solistas (Amor Amarillo), experimentó en Plan V e incursionó en el mundo electrónico con el dúo Ocio, con Etcheto, más discos de remixes con lo mejor del subsuelo del beat sublevado sobre sus creaciones, disco bonus.

Un músico inquieto y generoso que compuso himnos que acompañaron el crecimiento de tres generaciones de latinoamericanos, canciones que representan y señalan veranos, nacimientos, romances, viajes. Primera banda argentina de récords de Gran Rex, estadios de fútbol y 9 de julio al palo. Cerati es parte del inconsciente colectivo: culto y popular como nadie.