¿Por qué en América Latina espían a los adversarios políticos, los presionan e influyen asesores políticos? Surgió de EE.UU. Allí, los asesores presidenciales operan desoyendo a las leyes, como el fallecido asesor de Nixon y luego de otros, Ray Cohn, que era macartista y homosexual, aunque lo omitía y agredía a los homosexuales, estafaba a clientes de su estudio y luego de una vida de placeres y bienes materiales, falleció de Sida; hay un film sobre su vida, “Ciudadano Cohn”. Otros gobiernos de EE.UU hicieron igual: asesores retaban en 1972 al candidato McGovern como izquierdista, al prometer cesar la guerra de Vietnam y estar a favor del aborto: perdió fácil contra Nixon.

Éste fue ayudado por medios de prensa de extrema derecha: lo alababan criticando a McGovern. La credulidad del pueblo le hizo ganar la elección. Aquí, difamaron a la ex presidenta Cristina Kirchner, a Aníbal Fernández, etc. Y la derecha ganó en 2015. Luego, en 4 años endeudaron al país por 100 años, se aumentó 10 % la pobreza, subieron las tarifas: luz, gas, agua, impuestos en forma desmedida, los salarios bajaron, volvimos al F.M.I. Siguió su política difamatoria: CEOS del gobierno se enriquecieron en días con el “dólar futuro” y acusaron a 4 ex funcionarios del previo gobierno. Sobreseídos tras cinco años.

“Mi idea es que si las personas corrompidas se relacionan entre sí y construyen una fuerza, las personas honradas deben hacer lo mismo” (Tolstoi  en “Guerra y Paz”). Quizás debamos usar esos mismos métodos. Así aconseja Roger Stone (asesor de Trump y otros que ganaron) en un documental. ¿Por qué argumentar siempre, cual la Vicepresidenta, “no somos iguales a ellos”, o sufrir años de prisión preventiva sin juicios ni condena, quita de bienes lícitos o heredados? ¿Por qué no defenderse con las mismas ilegales armas? ¿Debemos poner la otra mejilla? La Iglesia no lo hizo, torturaba y mataba durante la Inquisición.

¿El método? Políticos que ansían ver morir a más ciudadanos en la pandemia, echar culpas al gobierno y ganar su elección. Lo hacen en forma descarada y su ambición los envilece ante la sociedad. Pero a ellos/as no les importa. Su psiquis enferma sólo quiere vencer, para hacer provechosos negocios. Aunque muera la mitad de la población del país. “Que mueran todos los que tengan que morir”, dijo un líder títere del que lo puso. Con la situación sanitaria desbordada y sin camas de terapia intensiva libres ningún intendente actuaría como el de CABA. ¿La intención escondida? Quizás un golpe de estado “blando” apoyado por el Poder Judicial, los medios y algunos militares.

Una mujer acusó al Presidente de querer envenenar al pueblo con una vacuna. Al demostrarse la efectividad de la vacuna, lo curioso es que el mandatario no le entabló juicio. Es real que ella no iría jamás presa, sus aliados ejercen el Poder Judicial y nombraron a los más altos jueces. Pero le habría hecho pasar  un mal momento. Él no lo hizo pues quiere gobernar sin odio. Debería tener un comunicador ágil que diese una conferencia de prensa al día, cada mañana, informando lo que el gobierno hace. Por cadena nacional. La gente se enteraría, por más que buenas noticias sigan bloqueadas en los medios hegemónicos.

La pandemia crece. Mundo: 145 millones de infectados, cerca de 3 millones de muertos. Argentina en el 10ª lugar por cada cien mil contagiados, y su capital, Buenos Aires, es la ciudad con más casos del planeta, cerca de 30 mil diarios. Es sabido: los casos suben porque no se toman medidas restrictivas (para mantener la economía más o menos bien) en detrimento de la salud. Pensemos que en Europa los restaurantes de Italia han estado cerrados desde hace casi un año y se empiezan a abrir ahora sólo en la zona amarilla. Pese a quejas de otros dueños. La OMS afirma que si los casos superan los 200 por 100 mil habitantes debe cerrar todo. La CABA tiene 800, 400 % más.

Con más de 60 mil muertos y un gobierno indeciso, que recula cuando se quejan los empresarios, en la Argentina los casos de muerte aumentan, mientras en los últimos 7 días, hasta el 23 de abril, bajaron el 4, 7 % en Estados Unidos (el país con más contagios y fallecidos del planeta), el 15 % en Brasil, que es el tercero en contagios, 3, 8 % en Francia, 13, 8 % en el Reino Unido, 23, 3 % en Alemania. Y los más exitosos a causa de su CIERRE: Italia, bajó el 18, 5 % y España descendió 21,1 %.

Las masas ignoran lo que se trama por detrás de ellas. Y los votantes que siempre aman el sometimiento, son atraídos por gente vulgar: Trump, Bolsonaro, Berlusconi; o caciques que cambian de bando como de camisa: Lenín Moreno, Pichetto. Los asesores no impidieron que en 2015 en primera vuelta el partido gobernante sacara sólo 31 %, aunque luego, por arte de magia a pesar de devaluar, llegó al 40 %. Argüía que usar las redes no es algo ilegal. Saben que los votantes que carecen de cultura política (aunque sean de la clase media) ni siquiera pueden diferenciar el entretenimiento de la política. El asesor ecuatoriano de la alianza Cambiemos supo aprovecharse de esto, porque copió el eslogan de Obama “Yes, I can” (“Sí, se puede”), el típico negro-blanco que definiera Norman Mailer como desesperado por integrarse a la cultura blanca exitosa. Subió con el Partido Demócrata, pero 8 de sus 9 asesores de Economía los tomó del Partido Republicano. ¿Bien con todos?

Apenas ganó Macri, Obama (ya no era presidente) y su mujer vinieron a la Argentina para ir al Sur con Macri y su esposa y entablar negocios. El nuevo presidente argentino había hecho caso al asesor Stone, quien dijo: “La política es el negocio del entretenimiento de los feos. Cuanto más finja, prometa y mienta un candidato más chance tendrá de vencer”. Cuando tenga el poder en su mano, “haga lo que quiere” y remató: “No cumpla nada de lo prometido”. La noche del debate por las elecciones, Macri acató el plan del asesor: prometer todo. No lo cumplió.

Aquí confesó lo mismo el ex presidente del Banco Central, por los consejos de este asesor: fingir. La derecha entiende bien el valor de la desinformación entre los votantes y el público en general. Todo asesor niega estar haciendo algo ilegal mientras espía a su adversario, escucha charlas telefónicas, usa a trolls para difundir información falsa o tendenciosa, o se burla de sus opositores; ya que tienen a su favor a una mayoría de la prensa adicta y a multimedios, saben que el camino será fácil.

Para captar la lógica mental de asesores hay que compararlos con quien escribe textos para actores (Reagan lo había sido); candidatos, un presidente o ministros. Escriben sabiendo a los políticos meros actores en un teatro gigantesco: la tele. O en el planeta, donde arman hechos ficticios. Política y actuación son similares. La esposa de R. Stone declaró que muchos políticos, desde hace décadas, lo llaman para que les asesore cómo votar en el Congreso un tema clave. No les importa el bien de todos ni el de su partido, sino el suyo propio y el de los intereses que lo colocaron allí. Para las reelecciones actúan de otra manera: corporativa y secreta, analizando los defectos del adversario.

Si no los posee, los crean y difunden con amigos de los medios. Usan trucos sucios. Con engaños, pueden lograr que uno done dinero a la campaña del rival –si dan recibo-y exhibirlo como un corrupto. Si los vencen, se levantan, cambian de candidato –o de país, cuando tienen problemas- y retornan luego para seguir bregando por otro candidato. Su premisa es que nadie está acabado si lo derrotan, sino cuando se da por vencido. La mentalidad que prevalece: ganar. ¿A cualquier costo, incluso difamando? Recordemos las elecciones en la CABA, cuando acusaron al padre de Filmus de ser un profesional y tener un cargo. No era cierto, fue obrero. Pero le restó votos a su hijo. El lema es claro: “Atacar, atacar y atacar, nunca defenderse”.

“Mejor es ser perverso que nunca ser famoso”, afirma el asesor rico de Trump, Roger Stone. ¿Debemos atraer la atención de las mayorías con las “fake news”, como hace la oposición? Un fiscal aquí presionó para sacar dinero a varios empresarios y sigue en su cargo. Un juez fue a ver 15 veces a un presidente y armaba una Mesa Judicial para espiar y extorsionar aún a los propios: para que callen. ¿Tienen algo que ocultar? El que los espió lo sabe. Su padre cogobernó la ciudad con Cacciatore en la Dictadura; con su ex empleado Carlos Grosso, “peronista”, luego y espió por años a empresarios para ganar licitaciones ofreciendo más y luego haciendo menos, como en el Correo, donde nunca pagaron un canon. ¿El hijo dónde lo aprendió?

 Del padre, que a su vez, afirma en “El pibe” G. Cerruti, con “influencias múltiples manejó los hilos de un estado paralelo en pasillos de la Casa de Gobierno, la Banca y la Nunciatura apostólica”. Agrega que el menemismo le permitió “participar del desguace del Estado y quedarse con las concesiones de las principales empresas de energía y servicios del país”. Esto lo aprendió Franco de su abuelo, ex ministro de Mussolini. Al  fin de la guerra, arribó al país con 18 años y bastante dinero familiar, se casó en poco tiempo con una heredera de fortuna del campo y se relacionó con la más rica derecha. Luego en la dictadura de Onganía tuvo en secreto el 50 % del monopolio de la exportación de carnes. El otro 50 %, el Estado. Tenía el Poder detrás del Poder. Lo hacía la Mafia en la 2da. Guerra.

Desembarco aliado en Sicilia: lo urdió el Nº 1 Lucky Luciano, (salió libre para esa misión y ansiaba volver a EE.UU tras ver la destrucción de Italia) unido al que manejó negocios desde la cárcel, Vito Genovese, que en la guerra se llenó de oro con sus negocios con generales de EE.UU. Robos de obras de arte y al Ejército, etc. Tras volver, vivió años y murió en una cárcel. La Mafia siempre es de derecha, rechaza la solidaridad. Aquí no hay castigo. Un asesino no está preso hasta los 93 años como el ex barilochense que, siendo oficial nazi, fusiló a 335 italianos.

 Salen por “enfermedad” a los 70 años y viven 20 años más. ¿O serán enfermedades novedosas, que también forran a los comisarios, fiscales y jueces, como escribiera Roberto Arlt en “El Comercio” en 1930, difamando a Yrigoyen para hacerlo caer? No mentía. Todo eso existía. Pero él lo exageró cual una fake news actual. Con grandes titulares. ¿El pueblo? Le creía.

Y cayó Yrigoyen. ¿Hay que pagar con la misma moneda o no? Si es honesto, nunca. Luego al país le dejan deudas a 100 años. No les interesa. Gozan derramando odio. Macri dijo que “El populismo es peor que la pandemia”. Digo: La intolerancia es tan mala como la pandemia. Hanna Arendt sobre quien odia a los otros: “Es en el vacío de pensamiento, donde nace el mal”.

LA POLÍTICA ES COMO LA GUERRA, SIN ARMAS

 No es inusual mentir acusando al otro de lo que hace uno. En la Primera Guerra Mundial, Alemania usó gases (prohibidos por convenios internacionales) y no recibió ningún castigo. El húngaro Gabor Szakáts (inventó el lanzallamas usado por el ejército alemán) fue el único húngaro acusado como criminal de guerra en Francia. El gas debutó por primera vez en 1915, en las afueras de la célebre batalla de Verdún. Su combustible sólo duraba 2 minutos y alcanzaba a 18 metros. En 1916, en otra famosa batalla (del Somme) lo utilizaron los británicos. Francia desarrolló otros lanzallamas usados por Italia contra Austria. Y el Ejército Imperial Ruso, lanzallamas portátiles.

En la 2da. Guerra se sumaron diversos tanques lanzallamas, utilizados entonces por muchos países. Alemania los empleó contra los judíos en su levantamiento de 1943 en el ghetto de Varsovia, y contra la insurrección de resistentes en Varsovia, aniquilados en 1944. El film “Kanal”, de Andrzej Wajda, lo relató en 1957 y fue premiado en Cannes. La NKVD de URSS asesinó a 22 mil polacos en 1940 en el bosque de Katyn (entre ellos, su padre, 8.000 intelectuales y civiles) pero acusaron del genocidio a los nazis, dado su odio de siglos hacia los polacos.

En la Segunda Guerra, el nazismo gaseó 5 millones de judíos, 800 mil gitanos y a otros. Todo hombre ama la fuerza cuando él la posee. Décadas más tarde, los israelíes (hoy, uno de seis países con bombas atómicas), la utilizan en su guerra contra Palestina. Rusia ocupó Polonia 46 años. Al caer el comunismo en 1991, se supo que Katyn fue obra de la URSS. Tras el pacto con Hitler, ocupó parte de Polonia y Katyn cesó la resistencia.

En tanto, antes de morir en 2016, A. Wajda (autor de geniales films que formaban conciencia para terminar con el dominio soviético): “Cenizas y diamantes”, “El hombre de mármol”, “El hombre de hierro” (Palma de Oro en Cannes) y otros dos films que fueron candidatos al Oscar, “Dantón”, etc., declaró que el período post soviético lo desilusionó: “Hace 20 años que veo cómo persiguen a los ex comunistas”. También ya se sabe, por declaraciones de R. Martin, ex agente de la CIA, que así como allí funcionaron 30 campos de concentración durante el nazismo, ahora la CIA tiene un campo de tortura en Polonia.

Como es sabido, el famoso juicio de Nuremberg sólo condenó a 15 nazis, y en otros juicios a no más de doscientos. Debían haber sido juzgados, por crímenes de guerra, cien mil nazis. Nadie abrió la boca para censurarlos. Este silencio convenía a los EE.UU., pues dichos ex jerarcas nazis los ayudaron en su “guerra fría” contra la U.R.S.S. Los perdonaron, olvidando a tantas víctimas del nazismo en la Segunda Guerra (1939-45): 50 millones, entre ellos ¡17 millones! de soviéticos que ganaron el final de la guerra al vencer en el Segundo Frente en 1945, superando a Patton. ¿Cuántos soldados de EE.UU. murieron?

Si bien el cine americano los muestra como héroes vencedores, apenas 435.000 muertos le bastaron para apropiarse de medio mundo, y construir un nuevo Imperio, que desplazó al Reino Unido. Esta es la realidad, nadie utiliza la bondad en ningún conflicto, pues a una guerra se va a matar, o a que lo maten a uno. Italia usó gases en su guerra Italo-Etíope de 1935 a 1936, aterrorizando a la población; en la Guerra Civil Española; y durante la Segunda Guerra. Japón los utilizaría en la isla de Wake y en las batallas de Corregidor y de “Guadalcanal”, un famoso film protagonizado por John Wayne. Pocos saben que en 2021 aún ocupa EE.UU. esta isla, tras 76 años del fin de la guerra. EE.UU. también utilizó gases a partir de 1942. Era el llamado “fuego griego” en la antigüedad, y se inició en el 673.

Más cruel fue devastar EE.UU durante la guerra de Vietnam: gigantescos lanzallamas tiraban desde sus aviones el “agente naranja”, que al quemar todo lo que hallaba a su paso mató a 2 millones de civiles vietnamitas e hirió a casi otros 3 millones. Hasta 1975. Lo fabricó la misma empresa (Monsanto) que hoy fabrica “glifosato” para rociar y envenenar en los campos de soja enteros de varios países, y causar cáncer y enfermedades letales con sus agrotóxicos. Con el tiempo (tras 45 años) los muertos vietnamitas crecieron a un millón más. En cuanto al “glifosato”, hoy es usado sin control estatal en la Argentina.

Incluso rociado cerca de escuelas y ciudades. En dos décadas, se pasó aquí de 20 millones de litros de agrotóxicos, a casi 400 millones. Esto dijo M. Tinelli en 2019. Nadie nos cuida. Ahora Argentina, en sólo dos décadas, ocupa el 3er. lugar, detrás de EE.UU. y Brasil, como productor de soja. Monsanto es dueña del “glifosato”, propiedad desde 2018 del laboratorio Bayer, a pesar de ser, para la OMS, “probablemente cancerígeno para humanos”. Se lo consume con frutas y verduras rociadas con él. E inyecta a los ciudadanos con su contaminación climática. Cada día bailamos con la muerte: en la pandemia o la comida.

Ejemplo: el río Paraná, gravemente contaminado y motivo de que los argentinos vivan diez años menos de lo que deberían. Desde 2017, la Corte Suprema tiene en su poder una Cautelar para EVITAR que se sigan usando agroquímicos. Sin un fallo, protege a varias empresas, porque muchas otras también lo emplean. Austria ya lo ha prohibido, y Francia y Alemania lo erradicarán en 2023. Tienen el promedio mayor del mundo, más de 7 litros anuales por persona. Aquí, la Sociedad Rural y sus socios no aceptan armar controles ni hospitales para curar a los ciudadanos. Dominan. Y Bayer tiene una condena, debe pagar 2055 millones de dólares de multa porque el “glifosato”, está ampliamente demostrado, causa cáncer. Más en los niños.

Exceptuando el Tribunal Russell, que dirigieron dos Premios Nobel, Jean P. Sartre y Bertrand Russell, cuyas conclusiones finales y confesiones de pilotos que desertaron y fueron a vivir a otros países (entre ellos Suecia) he leído, nadie ha censurado los crímenes de guerra en Vetnam, como tampoco los de Irak (más de un millón de muertos), Libia y hace muy poco los que ocurrieron en Siria, desde donde emigraron (por las masacres hechas por EE.UU., sus aliados europeos y Rusia) 5.500.000 personas, muchas de las cuales fallecieron al cruzar en débiles barcazas el Mediterráneo para ir a islas italianas, entre ellas Lampedusa y Vulcano, que he conocido. También vi a Libia antes de matar a Kadafi en 2011: un vergel. Hoy, extinguido.

Sabemos: en la guerra se va a ser matado, y en una pandemia es igual; por ello, hay que unirse para combatirla, porque no ataca a un partido político ni a un país, sino al conjunto de la humanidad. Sin unión, vencerá. Sólo el inculto no lo entiende. O aquel que no vivió una guerra ni tuvo parientes en ella. Mi padre en la primera y un tío en la 2da.: visité su tumba en El Alamein, a 80 kms. de Alejandría. Murió del lado de Rommel.

El dominio unipolar de los EE.UU. durante dos siglos en esta América Latina, dejando a los países en la miseria, sin ocasión de progreso (desde abril 2020 a 2021, la pobreza en Argentina subió al 52 %, y la indigencia al 10, 5 %.), ofrece un contraste con la Nueva Rusia, que en plena pandemia actuó solidaria y envió petróleo a Venezuela por medio de Irán, al tiempo que ha enviado vacunas Sputnik V a la Argentina y a otros países, mientras EE.UU. compró mil millones y egoísta, las retiene.

Las 650 millones que ya contrató de más, ni aun cobrándolas más caras aceptó venderlas a Latinoamérica, la región donde una inculta acusó al presidente de envenenar al pueblo con la Sputnik V, hoy anheladas en todo el planeta. También, como querían la Pfizer, hecha en EE.UU., lo acusaron de boicotear el acuerdo, cuando en realidad las exigencias de Pfizer eran desmedidas  (hacerse cargo Argentina de las factibles secuelas nocivas de la vacuna) e inadmisibles. Más, si uno conoce (no lo he visto publicado) antecedentes de Pfizer, que en 2005, tras  dura negociación, acordó pagar una multa de 2.300 millones de dólares por proveer medicamentos dañinos para la salud. Pronto debe pagar otros 2.500 millones de dólares. ¿Lo sabía?

Queremos volver atrás, adonde no quieren que volvamos. Sí, tras 40 años de decadencia. Algunos ya no resistían, se habían pasado al enemigo como Pino Solanas, amigo de ciertas damas insufribles de la política. Hace poco partió para siempre. Pero antes, volvió con nosotros. Él, que filmó películas maravillosas como “Sur”, “El exilio de Gardel”, y documentales excelentes para relatar el saqueo del país, volvió. Nos dejó al irse el deseo de Resistir; y su Calle de la Melancolía, la Mesa de los Sueños Nacionales y Populares para recrear aquél país que amamos.