El testimonio que desató una ola de denuncias

Si bien la variedad de canales informativos y las redes sociales nos hicieron conocer mucho más sobre nuestros ídolos, también nos mostraron su lado oscuro. La exposición constante de artistas y famosos se convirtió en un arma de doble filo, y dejó ver cosas que antes no se veían.

Pero la implosión mediática de exponer una situación personal ocurrió el año pasado tras la grave denuncia de abuso sexual contra el cantante de La ola que quería ser chau. Si bien la banda no tenía mucha trascendencia, fue el detonante para que salieran a la luz otras denuncias como la de Cristian Aldana, quien se encuentra todavía detenido por esos delitos.

Otro que ‘cayó en la voleada’ fue Gustavo Cordera: el ex Bersuit fue repudiado por muchos en el ambiente del rock luego de sus dichos misóginos durante una charla con estudiantes de TEA. Como también lo fue Ciro Pertusi por una vieja entrevista de la que casi no quedaban registros… hasta ahí llegó la onda expansiva.

2017: el año de sepultar a los ídolos

Las personas detrás de los ídolos

Con estos antecedentes, este 2017 también estuvo plagado de polémicas en el rock y de músicos que justamente “pisaron el palito” por haber mostrado una parte de ellos que no muchos conocían. Y las críticas no tardaron en llegar.

Todos recordarán el robo a la casa de Ciro Martínez en mayo pasado, cuando el cantante afirmó en declaraciones que “la ladrona debe haber sido una mujer, porque se llevaron elementos de cocina y hasta la tostadora”. Estos dichos fueron duramente criticados por su contenido misógino y retrógrado, y el cantante tuvo su condena social.

Casualmente hace poco, Ciro también estuvo en el centro del huracán 2.0 cuando contestó a la agresión de una mujer con un insulto bastante fuera de lugar por Twitter, el cual fue catalogado como innecesario por muchos de sus seguidores. De hecho, la que lo insultó, era una fanática suya despechada.

Las denuncias de abusos también estuvieron presentes en graves acusaciones contra el cantante de Salta la Banca (Santiago Aysine) y el bajista de Utopians. En ambos casos, las incriminaciones calaron tan hondo que generaron la separación de ambas bandas exitosas por cierto. Recordemos también el caso del bajista de la banda Sueños de Pescado, que estaba en un gran momento.

2017: el año de sepultar a los ídolos

Ni el viejo Charly se salvó de las críticas ya que, por algo muchísimo menor a lo que estamos planteando, fue criticado tras la salida de su último disco. Está bien, fue algo netamente musical. Pero que una horda de fanáticos haya arremetido contra uno de los padres del rock nacional habla de la facilidad para recibir como también para dar información: voces que antes no tenían lugar más que en la intimidad, que ahora se expresan por redes sociales y muchas veces son levantadas por los medios de comunicación.

Como lo que sucedió con Fito recientemente, quien también tuvo su momento cuando dio a conocer la portada de su nuevo disco donde se lo ve en un photoshop con cuerpo de mujer. Otra vez, le llovieron críticas que lo tildaban de desagradable, de ridículo... 

Esto no solo ocurrió en la Argentina, sino que también los escándalos en Hollywood destaparon acusaciones contra grandes músicos como Steven Tyler de Aerosmith, quien tuvo un amorío con una menor. O el cantante de los Red Hot, Anthony Kiedis, duramente criticado por publicar en una autobiografía de hace 10 años detalles de su relación con una niña de 14, él teniendo 23. Y la lista sigue y sigue...

Se vos, no más

Si quisiéramos premiar al quilombo del año, sin duda, Ricardo Iorio está en el primer puesto, después de que se mostrara junto al líder del partido nazi en Argentina, Alejandro Biondini, dándose la mano y abrazándose durante un encuentro.

Estas fuertes imágenes significaron un antes y un después en varios de sus seguidores, quizá aquellos de pensamientos más progresistas. En las redes sociales del Suplemento NO SE pudimos leer muchísimos comentarios de fanáticos que todavía resaltaban su música pero que estaban completamente decepcionados por las imágenes que acababan de ver. Muchos, reclamándole que vuelva a ser aquel que recitaba poemas para las Madres de Plaza de Mayo.

2017: el año de sepultar a los ídolos

Fue tal el revuelo que se armó que lo bajaron de la grilla del BA Rock (un festival que por cierto tuvo una organización bastante vergonzosa) pero que dejó al descubierto algo que estaba pasando en la sociedad. “Me censuraron”, diría después Ricardo.

Todos estos casos dejaron algo en claro: en una época los ídolos volaban tan alto y estaban tan separados de la gente que su palabra era intachable, sus acciones incuestionables y sus apariciones mucho más abstractas. Hoy en día, la multiplicidad de canales de comunicación hace que podamos conocerlos un poco más, que estén más propensos a decir lo que piensan y quizás no dirían arriba de un escenario. Como dice el dicho: no conozcas a tus ídolos porque te decepcionarás.